La Fundació Barcelona Zoo ha conseguido, junto con el Departamento d’Acció Climàtica, Alimentació y Agenda Rural, un hito importante. En el marco del
Gracias, en parte, a este proyecto, se sabe desde el 2016 que en la costa del Alt Empordà hay mínimo una decena de ejemplares de esta especie. Desde entonces también se tiene constancia que su hábitat es el agua dulce, pero, hasta ahora no se había podido ver ninguno saliendo o entrando en el mar. La intención del proyecto es continuar y conseguir nuevos hitos, razón por la cual, durante este 2023, se ampliarán los métodos de seguimiento de la especie. La idea es hacer seguimientos a pie y en embarcaciones de ejemplares de esta especie. También se instalarán cámaras en puntos concretos con el objetivo de saber cuántos grupos familiares hay y cuál es su dieta y sus costumbres.
Un huevo de manada en la playa de la Nova Icària
Otro hallazgo que fue aún más inesperado se produjo el pasado verano. La Guàrdia Urbana encontró en la playa de la Nova Icària de Barcelona un huevo que inicialmente parecía de tiburón flotando al lado del mar. Ante esta posibilidad, un miembro del cuerpo, que tenía formación veterinaria, lo llevó a aguas más profundas para preservarlo. Por su parte, betevé habló en su momento con expertos del CRAM, que señalaron que era un huevo de manada, mucho más habitual a la costa de Barcelona.