Ell Mercado de la Boqueria ha culminado esta semana las obras de renovación del pavimento de las instalaciones. El Ayuntamiento de Barcelona ha dado por finalizados los trabajos de sustitución del suelo del emblemático equipamiento de la capital catalana, que se han alargado cerca de dos meses y medio y que se han dividido en dos fases diferentes para probar de interferir el mínimo posible en la actividad diaria de las diferentes paradas.
Según la información facilitada por el consistorio, en total se han renovado 3.600 metros cuadrados de pavimento desde el inicio de la actuación el pasado 16 de enero y todo ello ha tenido un coste de 1,4 millones de euros. En este sentido, hay que recordar que pavimento estaba deteriorado y tenía fisuras, irregularidades en la superficie y diferentes materiales por varias intervenciones a lo largo del tiempo. Con esta actuación, los operarios han instalado un pavimento único con una base de aglomerado asfáltico en caliente y un acabado con resina y áridos graníticos para garantizar la durabilidad.
Toda la intervención forma parte del plan de mantenimiento del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, un proyecto que también incluye mejoras en el mantenimiento del equipamiento, como la renovación de la iluminación para la instalación de luces LED y la construcción y puesta en funcionamiento del Aula Gastronómica, así como la mejora del alcantarillado.
El bar Pinotxo, pendiente de una disputa judicial
La finalización de estas obras para renovar el pavimento ha coincidido con la disputa por el futuro del icónico bar Pinotxo. Los nuevos responsables del histórico negocio no podrán utilizar esta denominación a partir de ahora hasta que se resuelva un proceso judicial en marcha.
La medida cautelar de retirar del nombre original de la parada 465 del Mercado de la Boqueria la ordenó la semana pasada el Juzgado Mercantil número 9 de Barcelona después de que así lo indicara Juan Bayén, más conocido como ‘Juanito’, el histórico responsable del negocio que colgó el delantal el pasado mes de diciembre. Esta decisión unilateral de Bayén cogió por sorpresa a los nuevos concesionarios del establecimiento, que ahora está en manos de una sociedad privada que comparte a medias la gestión con el sobrino del antiguo dependiente, Jordi Asín Bayén, que ya está buscando emplazamientos alternativos para poder reabrir el negocio.