A las puertas de la campaña electoral, los candidatos comienzan a mostrar fuerza con mítines multitudinarios en las calles de Barcelona. El pasado jueves fue el turno del PSC, que reunió a cientos de personas en el Fòrum para recibir a Pedro Sánchez. Y este sábado ha sido el turno de Junts, que ha agrupado a 230 candidatos en el Parc Central de Poblenou. Xavier Trias, que ha dado la bienvenida al resto de candidatos, ha aprovechado para reivindicar las siglas de Junts, las cuales ha escondido al nombre de su candidatura. El exalcalde ha enfatizado el papel de su partido en la candidatura, asegurando que «la fuerza me la da ser de Junts». El acto también ha servido para defender el compromiso de la candidatura con una Barcelona que actúe como capital de la catalanidad, tras los reproches de otros partidos independentistas a Joana Ortega -número seis de la lista- para responder a las preguntas de un debate en español.
Trias ha dibujado una Barcelona «ambiciosa» y que vaya «de la mano con todos en la defensa del país». «Barcelona puede ser capital de Cataluña y de la catalanidad, pero nos lo tenemos que creer. Somos la capital de la catalanidad, de la lengua, la cultura y la tradición», ha manifestado ante el resto de candidatos municipales de Junts. En este sentido, ha cargado contra Ada Colau por haber «hecho perder el liderazgo, el orgullo y la autoestima» en la ciudad. En este sentido, Trias ha defendido una gobernanza más metropolitana y ha puesto de ejemplo el caso de la Mina. Según el junter, hay que gobernar conjuntamente con otras ciudades para evitar las situaciones que han llevado a la segregación de este barrio de Sant Adrià del Besòs. La única manera de corregir estas situaciones, según Trias, es «creando actividad económica».
Los pesos pesados apoyan a Trias
El resto de pesos pesados de Junts han apoyado a Trias t han centrado las críticas de su discurso a sus adversarios directos. Jordi Turull ha lamentado que el Gobierno de la Generalitat sea «incapaz de organizar unas oposiciones nos hacen sentir vergüenza». Laura Borràs ha criticado las «vulneraciones de derechos» de la Junta Electoral Central. Y Carles Puigdemont, desde Bruselas, ha defendido que el voto hacia Junts «va a parar a una cesta que el Estado y algunos de casa quieren vaciar y que continúa llena».
