Nada, o casi nada, es para siempre, aunque parezca que algunas cosas tienen un destino inalterable porque siempre han sido así. Pero a veces, sin saber muy bien por qué, cambian. Esto pasó con el distrito de Sarrià-Sant Gervasi en las elecciones del 2019. Había sido un bastión histórico de Convergència i Unió (CiU), pero en los comicios de hace cuatro años Junts lo perdió cuando la fuerza más votada fue Barcelona pel Canvi – Ciutadans, liderada por el exprimer ministro francés Manuel Valls. Hacía menos de dos años que Valls había irrumpido en el panorama político de Barcelona y en este distrito de la zona alta consiguió 19.085 votos (24,42%), mientras que Junts fue la segunda fuerza con 13.760 votos (17,6%).
En política, cuatro años pueden ser una eternidad y Barcelona no es la misma que el 2019. Tampoco lo es la candidatura de Junts para las elecciones del próximo 28 de mayo. Hace cuatro años estaba liderada por el tándem Joaquim Forn- Elsa Artadi, a las puertas del juicio al Tribunal Supremo por el 1-O. Este año el candidato es el exalcalde Xavier Trias y su candidatura es Trias per Barcelona -sin que aparezcan las siglas de JxCAT-, y cuenta con una lista plural conformada por integrantes de Junts, PDeCAT, MEScat y Demócrates. Desde que se sabe que Trias ha vuelto a la política para acabar otra vez en plaza de Sant Jaume, se ha hablado de l‘efecto Trias y se ha presentado como la alternativa al modelo de ciudad de la alcaldesa Ada Colau. Pero se ha hablado poco del que supondrá para Sarrià-Sant Gervasi el retorno del exalcalde a la primera línea política, como mínimo hasta el 28-M. ¿Conseguirá Trias recuperar este feudo que tantas alegrías había dado a la antigua Convergència?
«Una fortaleza insólita»
Para hacer un pronóstico de este tipo antes hay que hacer un viaje al pasado y entender como Valls se apoderó del distrito. Tal como explica al TOT Barcelona el catedrático de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona (UB) Jordi Matas, el exprimer ministro francés lideraba una candidatura con una «fortaleza insólita», y esto deslumbró a una parte de los vecinos del distrito. «Era un referente de la política mundial, lo cual le convertía en un tipo de candidato que nunca había optado a la alcaldía de Barcelona, era una gran novedad», insiste. Otro rasgo destacable, que en aquellos tiempos tenía todavía más peso, fue como el Procés y el 1-O habían marcado el 2019. Esto también benefició a Manuel Valls. «Consiguió representar una visión que se encontraba en los antípodas de todo el que olía de independentismo, y en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi esto cuajó», dice.

En este terreno también se mueven las opiniones del profesor de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Gabriel Colomé. Indica al TOT que el éxito de Valls radica en el hecho de que consiguió capitalizar el voto anti-Colau, y que si no lo consiguió un partido como Junts fue también por el Procés. «El electorado del distrito no confiaba en que un partido claramente independentista pudiera liderar este espacio». Junts, además, tampoco se llevó los votos del sector donde podía haber estado realmente fuerte: el independentista. Tal como insiste Colomé, el independentismo barcelonés tenía otro candidato: la cabeza de lista de ERC, Ernest Maragall. «El sentimiento independentista lo canalizó ERC y no Artadi y Forn».
De vuelta al presente, es fácil ver como la campaña que está haciendo Trias quiere enmendar esta pérdida de espacios electorales. A grandes rasgos, Trias per Barcelona es, según detalla Matas, una candidatura ‘
El voto anti-Colau
En este sentido, Colomé también opina que el alcaldable tiene bastantes puntos de recuperar Sarrià-Sant Gervasi porque encarna el espíritu de la antigua convergencia. Y tendrá todavía más si llega al mismo punto que Valls y consigue los votos anti-Colau. «Se ve como la persona que puede liderar el malestar que parte de Barcelona tiene contra la alcaldesa, y lo intenta mostrándose cómo el alcalde de la orden, la seguridad, del sentido común…», reflexiona Gabriel Colomé.

De momento, afirma este experto, no hay ningún candidato que lidere este malestar de personas que se oponen a Colau por todo aquello que ha removido durante el último mandato: el vehículo de motor, la ampliación del aeropuerto y el turismo, entre otros. Si consigue capitalizar este voto, añade Colomé, sacaría de la ecuación electoral a ERC y el PSC. Para ganar las elecciones, pero, necesitaría ir más allá. Aparte de Sarrià-Sant Gervasi, tendría que recuperar otros distritos donde CiU había ganado históricamente y Junts perdió en los comicios del 2019: el Eixample, las Corts y Gràcia. «Los cuatro territorios, son su columna vertebral. Si quiere quedar primero, tiene que ganar en los cuatro», sentencia.
