17 de junio de 2023. Con unas elecciones españolas convocadas anticipadamente por Pedro Sánchez después de los males resultados del PSOE el 28M en todo el Estado, un acuerdo blindado entre el ganador de las elecciones, Trias per Barcelona, y ERC, para gobernar en minoría la ciudad, acababa frustrado por una operación de Estado. Desde Madrid, PSOE y PP acordaban investir a Jaume Collboni como alcalde, con el visto bueno de Ada Colau, para impedir que Barcelona tuviera un alcalde independentista. El candidato del PSC gobernaría en solitario con solo 10 regidores, el ejecutivo más débil de la historia. Seis meses después, y con Pedro Sánchez presidente con los votos de Juntos y de ERC, el alcalde negocia con los partidos de la oposición para estabilizar su ejecutivo a largo plazo, más allá de la aprobación de unos presupuestos que se ha visto obligado a prorrogar.

Públicamente, no transcienden detalles de las negociaciones, pero lo TODO Barcelona ha podido saber de fuentes de la negociación que en los últimos días se han producido adelantos en las conversaciones entre el PSC y Juntos-Trias per Barcelona en términos de “programa, organigrama y también presupuestos“. Fuentes de Junts en Barcelona remarcan las coincidencias en “la agenda socioeconómica, bastante compartida”, así como la ventaja que supondría el hecho que los dos sumen mayoría absoluta sin necesidad de un tercer partido, como pasaría con un pacto con Barcelona en Comú y ERC. Si bien los negociadores no dan nada por cercado, reconocen «adelantos» desde Navidad, y auguran que las negociaciones se pueden alargar todavía «semanas».

Sea como fuere, si finalmente se materializa el pacto entre el PSC y Junts-Trias per Barcelona, el impacto del acuerdo transcenderá las fronteras de Barcelona y tendrá un efecto tanto en la política catalana como en la española. De entrada, los socialistas catalanes y españoles romperían su último vínculo con el PP, saliendo definitivamente de aquel bloque del 155. Una rotura que tendría efectos políticos múltiples.

Se liquidaría el modelo Ada Colau

Xavier Trias y Juntos plantearon la campaña electoral del 28M como un plebiscito al modelo de ciudad de la alcaldesa Ada Colau. Coláis sí, Coláis no. Aunque Trias no sea alcalde, si se materializa el pacto PSC-Junts implicará de facto la liquidación de este modelo de ciudad que han defendido durante ocho años los Comunes. De hecho, la derrota electoral de la exalcaldesa, con la previa de Jaume Collboni saliendo del gobierno meses antes para enfrentarse abiertamente a su socia, ya significó una derrota de este modelo, y se da por hecho que si finalmente el PSC elige los Comunes y ERC como socios, será sin Colau al gobierno. Por otro lado, este pacto tendría efectos políticos en Barcelona en común y en Cataluña En común Podemos -ahora con 8 diputados en el Parlamento-, porque quedarían sin ningún tipo de poder institucional más allá del grupo parlamentario. Una situación de debilidad -económica y política- que se sumaría a la amortización, al menos en Barcelona, de Ada Colau, la figura más potente del partido.

Collboni y Coláis, en una reunión por habla de presupuestos | Ayuntamiento
Collboni y Colau, en un encuentro para hablar governabilitaat de la ciudad | Ayuntamiento

Junts recuperaría la institucionalidad

El octubre de 2022, Juntos rompió la coalición de Gobierno con ERC en la Generalitat. Dejó los republicanos en minoría en el Parlamento, que buscaron en el PSC y los Comunes el apoyo necesario para aprobar las cuentas de este 2023. El nuevo escenario de división entre el independentismo dejaba a Junts sin representación en la principal institución del país -conservaban la Diputación de Barcelona con el PSC, pero después del 28M el PSC, que ya desbancó Trias del Ayuntamiento de Barcelona, eligió de socios ERC y los Comuns en esta institución- y en una situación de aparente debilidad. Si Juntos acaba entrando al gobierno de Jaume Collboni, recuperaría parte de esta institucionalidad, teniendo una cuota de poder en una plaza muy importante del país como es Barcelona.

Tranquilidad para el PSOE

Otro efecto del pacto entre el PSC y Junts sería la tranquilidad para el PSOE. El pacto entre socialistas y populares en Barcelona generó un clima de desconfianza que parecía insalvable entre ambos partidos cuando la aritmética madrileña dio a Junts, y a Carles Puigdemont, la llave de la gobernabilidad en el Estado. Los socialistas españoles pagaron entonces un precio alto para negociar con Junts, que apretó al máximo a los españoles para hacer pagar la jugada de Barcelona. Simple y llanamente, en la negociación en Madrid, Junts no tenía nada a perder, pero si entrara al ejecutivo, los socialistas tendrían cierta tranquilidad para esperar más complicidad de Juntos en la hora de hilvanar pactos de Estado porque en Barcelona se recuperaría el hilo de colaboración y entendimiento entre ambos partidos.

Impacto en la aritmética catalana

Por otro lado, un acuerdo Junts-PSC en Barcelona podría anticipar futuros acuerdos después de las elecciones en el Parlament, que podrían convocarse para finales de 2024 o a lo sumo principios de 2025. De momento, los sondeos dan cierta ventaja al PSC, ganador de las elecciones de 2021, pero después de que tanto ERC como Junts hayan investido a Pedro Sánchez, se abre un nuevo escenario en Cataluña. Podría gestarse un tripartito, pero también una triple alianza entre PSC, Junts y ERC, dado que los socialistas tendrían más difícil dejar fuera de juego a uno de los dos socios en Madrid. En este sentido, si ERC quedara fuera del Ayuntamiento de Barcelona porque no se materializa el acuerdo del PSC con Barcelona en Comú, y si los republicanos no ganaran las elecciones, el PSC podría incorporarlos también a un ejecutivo con presencia de Junts, atendiendo al papel clave de ERC en la gobernabilidad del Estado y al hecho de que son socios necesarios a la Diputación de Barcelona. En esta hipotética aritmética, más política que necesaria para configurar mayorías, los Comuns quedarían fuera de juego, pero podrían ser «premiados», por ejemplo, con algún ministerio en Madrid. Ahora bien, tampoco podría descartarse una repetición de un gobierno independentista si la aritmética lo permitiera.

Trias y Collboni en una imagen de archivo del séquito de autoridades de la Merced / ACN
Trias y Collboni en una imagen de archivo del séquito de autoridades de la Merced / ACN

Gana el sector pactista de Junts

Y en clave interna de Junts, entrar en el gobierno de Jaume Collboni sería una victoria del sector pactista de Juntos, que en Barcelona encabeza Xavier Trias. De hecho, Trias aceptó el encargo de Junts en la capital con la idea de recuperar la institucionalidad perdida -estela clara que el PSC también era una opción de pacto- y a la vez de liquidar el modelo de Barcelona de Ada Colau. Por lo tanto, no con la alcaldía, pero sí como socios de gobierno, sería una victoria en diferido de Xavier Trias.

Sea como fuere, en las semanas próximas podría materializarse un pacto que comportaría el final del bloque del 155, rompiendo con el PP que solo seis meses antes invistió a Jaume Collboni para impedir que un independentista pisara los despachos del gobierno municipal.

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