Por primera vez, a menos de 48 horas para la celebración de la sesión constitutiva del nuevo Ayuntamiento de Barcelona, es imposible poner la mano en el fuego por quien recogerá la vara de alcalde, si Xavier Trias, el ganador de las elecciones, o Jaume Collboni, que a la tercera, y sin ganar las elecciones, reinaría en Barcelona. Tampoco nadie pone la mano en el fuego por qué tipo de gobierno tomará las riendas del consistorio, y todavía menos, por si este ejecutivo sobrevivirá intacto los cuatro años. Pero sea quien sea el alcalde, por primera vez habrá una oposición sin líder y poco estructurada. Y por si fuera poco, algunos números dos y tres podan también saltar. De los 41 regidores electos, algunos no llegarán a serlo, como la número tres de ERC, Ester Capella, y otros renunciarán en algún momento del mandato. Porque serán candidatos en algunas elecciones o porque sencillamente se marcharán a casa. El mandato que empieza este sábado se dibuja como el más singular e inestable de la historia de la ciudad desde la reanudación democrática.

Escenario A: Xavier Trias no es alcalde

Pero vamos por partes con los líderes. Si Xavier Trias no es investido, ya ha dejado claro que «no calentará la silla» y se marchará a casa. En este caso, el partido ganador en Barcelona, a la práctica, Juntos por Cataluña, se quedaría sin su jefe de filas y tendría que recomenzar un proceso para construir un liderazgo que preparara el camino del 2027. Una tarea nada fácil si se tiene en cuenta que cuando Elsa Artadi, ya proclamada candidata, dejó la política abruptamente, el partido no encontró relevo y tuvo que recurrir al exalcalde.

En este escenario, solo hay una alternativa, que el candidato del PSC consiga ser alcalde. Le harían falta los votos de los Comunes y los del PP, este último, condicionado justamente a que el partido de Ada Colau no entre al ejecutivo y sea el PSC quien gobierne en minoría jugando con la aritmética variable. Un panorama que, de facto, descabezaría el liderazgo Ada Colau y desactivaría también un partido que tiene como centro de gravedad la hasta ahora alcaldesa de Barcelona. Regidores como Jordi Martí -ya fue regidor del PSC- y Janet Sanz, que ya fue regidora de ICV y este será su cuarto mandato, podrían ser también algunas de las bajas si los Comunes no entran al gobierno municipal. Ahora o dentro de unos meses.

Escenario B: Xavier Trias, alcalde

Por el contrario, si el candidato de la órbita de Juntos es alcalde, tendrá un efecto directo en el futuro como regidores de Jaume Collboni y Ada Colau, porque se hace muy difícil visualizar políticamente que tanto Colau, dos veces alcaldesa, como Collboni, que habría fracasado en su tercer interno de devolver Barcelona al PSC, hagan de regidores a la oposición durante cuatro años. Más todavía, con unas elecciones españolas, unas catalanas y unas europeas en el camino. De hecho, Colau ha descartado ir a las listas de Sumar a Madrid, pero en ningún caso ir a Madrid si hipotéticamente se reeditara un gobierno del PSOE con Sumar y Podemos que pudiera incluir ministerios para los de Yolanda Díaz. Una posibilidad que a estas alturas parece lejana, pero Colau también sería un activo evidente para las elecciones en el Parlament, todavía sin fecha, pero que en todo caso podrían llegar en menos de un año. Y las Europeas, en mayo de 2024.

En cuanto a Jaume Collboni, ha asegurado que se quedará haciendo oposición. Pero hasta ahora no ha habido ningún candidato que se haya presentado a cuatro elecciones seguidas, de forma que sería lógico que el líder del PSC fuera «recolocado» en otro frente político. Algunas fuentes apuntan a Madrid y a las elecciones europeas. Y en las filas de los socialistas, también parece difícil que María Eugenia Gay se quede de regidora a la oposición cuatro años, puesto que fue fichada por Collboni con la intención de gobernar. ¿Quién llevaría en este caso la oposición y el posible liderazgo de cara al 2027? A estas alturas el nombre con más puntos es el de Laia Bonet, relegada al tercer lugar justamente para meter a Gay de dos.

En todo caso, estas renuncias, en caso de producirse, se esperarían para después del 23-J, una vez superadas las elecciones españolas.

Xavier Trias, candidato a la alcaldía de Barcelona por Juntos por Cataluña / Jordi Play
Xavier Trias, ganador de las elecciones del 28M en Barcelona / Jordi Play

ERC y Ernest Maragall

En el caso de Ernest Maragall y de ERC en Barcelona, después del batacazo del 28M, tiene una situación diferente a la de Collboni y Colau, dos figuras políticas que buscarían salidas dentro del partido para conservar una parcela de poder. El jefe de filas de ERC en Barcelona, pero, ya ha ganado unas elecciones y no solo no repetirá como candidato el 2027, sino que no tiene ninguna intención de ser repescado en otras listas electorales. Como Xavier Trias, tiene un proyecto de ciudad que va más allá de cargos orgánicos y no tiene interés a prolongar su carrera política como actividad profesional. Si se materializa el pacto con Trias y ERC y Maragall se incorporan al ejecutivo, siempre que Trias sea alcalde, está claro, el republicano puede quedarse como regidor a la oposición un tiempo -quizás no los cuatro años-, pero el cierto es que los republicanos en Barcelona también tendrían una oposición compleja si finalmente no se materializa un acuerdo con Xavier Trias y este consigue ser alcalde. Los republicanos acaban de perder una pieza clave y probable relevo de Maragall en Barcelona, Ester Capella, que ha cruzado la plaza Sant Jaume para ser consejera del gobierno Aragonès.

Daniel Sirera, líder inesperado de la oposición?

En estas circunstancias, si el PP acaba votando Jaume Collboni y también lo hace Ada Colau, pero sin entrar al gobierno municipal, el jefe de filas de los populares en Barcelona podría convertirse, con solo 4 regidores, en el líder más visible de la oposición, facilitador del gobierno del PSC, sin Xavier Trias, quien sabe si sin Ernest Maragall y con una Ada Colau, mientras estuviera, totalmente desactivada. Pero es que si Trias es alcalde, Sirera también tendría una gran visibilidad, especialmente si los líderes del PSC y de los Comunes marcharan a casa.

Daniel Sirera, político. Candidato a la alcaldía de Barcelona por el PP. Partido Popular Cataluña.
Daniel Sirera, alcaldable del PP en Barcelona JORDI PLAY

El último intento: una moción de censura

Ahora bien, hay una pequeña rendija que daría sentido al hecho que Colau y Collboni se sienten en la oposición, al menos durante unos meses. Y es que ni Comuns ni PSC han cerrado la puerta completamente a una hipotética moción de censura después de las elecciones españolas que pudiera desbancar a Xavier Trias. Una posibilidad compleja, porque requeriría el concurso de ERC -si no es que entra al gobierno-, o del PP, con la misma condición que ahora pose de excluir los Comuns. Y todavía más enrevesado, si Trias acabara gobernando en minoría, sin ERC, después del 23J se podría abrir la puerta a una sociovergencia o a la suma de los republicanos.

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