El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se ha reunido esta mañana con el rey Felipe VI, en un encuentro «cordial y respetuosa», según ha explicado el mismo Collboni. «Nuestra ciudad recupera su normalidad institucional», ha tuiteado el socialista después de recuperar una audiencia que no se había producido ni con Xavier Trias ni con Ada Colau. Una «normalidad institucional», eso sí, que no ha gustado a una mayor parte de la oposición.
Solo lo PP ha celebrado la reunión, remarcando que «no tendría que ser noticia» que un alcalde y el rey se encuentren, y lamentando que los gobiernos pasados hayan «interrumpido esta neutralidad y normalidad institucional». El resto de partidos de la oposición, que suman el 60% del plenario, han cargado con dureza contra el alcalde. El portavoz de los comunes, Jordi Marí, le ha recordado que Barcelona «siempre ha sido una ciudad mayoritariamente republicana» y ha dudado de que este encuentro aporte «mejoras» para la ciudad.

El independentismo recuerda la implicación de Felipe VI en el Procés y la corrupción de la casa real
Todavía más dura ha sido la portavoz republicana, Elisenda Alamany, que ha acusado Collboni «de arrodillar Barcelona ante un Borbón» y ha cuestionado que el nuevo alcalde sea «progresista». Desde ERC han lamentado que hoy sea «la primera vez que esta ciudad conocida como una ciudad defensora de derechos y libertades se arrodilla ante un rey que tiene el padre fugado de la justicia y manchado por la corrupción».
La regidora de ‘TriasxBCN’ Neus Munté ha aprovechado la ocasión para recordar la implicación del rey Felipe VI en el 1-O y ha pedido que «sirva para que el rey conozca por boca del alcalde la opinión de miles de barceloneses sobre el papel, el rol y las declaraciones del rey de España el 3 de octubre de 2017». Munté también ha calificado la reunión de «teatralización» y ha lamentado que el alcalde se felicite por de sentarse con el rey mientras la ciudad «tiene muchos problemas sin resolver».

Diecisiete años sin reunión
Collboni ha recuperado una reunión que hacía diecisiete años que no se producía. Una fotografía buscada, que no se había dado en anteriores mandatos, y con la cual marca perfil propio. El Ayuntamiento ha explicado que Collboni ha obsequiado al rey con un libro que repasa la historia de la capital catalana desde el siglo XIX y con un ejemplar especial de Mortadelo y Filemón que Francisco Ibáñez escribió para los Juegos Olímpicos de 1992.