Barcelona en Comú condiciona ahora el sí definitivo a los presupuestos municipales, presentados por el gobierno de Jaume Collboni, para 2026 a que se prohíba en la ciudad la compra especulativa de pisos. A mediados de octubre, el partido que en el Ayuntamiento lidera la concejala Janet Sanz permitió, junto con ERC, la tramitación inicial de las cuentas. En ese momento, los requisitos eran vetar en la ciudad el alquiler de temporada y abrir una mediación con los vecinos de Vallcarca que ocupan unas viviendas que deben ser demolidas por un plan urbanístico. Ahora, los Comuns suben el tono y exigen también frenar la compra especulativa de viviendas.
Según explicó Sanz este jueves, esta regulación ya funciona en otras ciudades como Ámsterdam y el modelo es transferible a Barcelona. «La Constitución lo avala. Sería legal». En esta línea, los Comuns presentarán este viernes en el pleno del Ayuntamiento una proposición para que el gobierno aplique un plan urbanístico «sencillo» para prohibir la compra especulativa.

Que una persona pueda comprar solo una casa
La iniciativa de los Comuns en el Ayuntamiento irá acompañada de la presentación en el Parlament de Catalunya de una proposición de ley para modificar la ley de Urbanismo para que una persona pueda comprar solo una casa, explicó la presidenta de los Comuns en la cámara catalana, Jéssica Albiach. En el caso de que se comprara un edificio entero, sería necesario que el propietario mantuviera a los inquilinos cinco o seis años y garantizar que los precios que paguen respeten los topes establecidos.
La rueda de prensa de los Comuns tuvo lugar frente a una finca de la calle de la Concòrdia, 41, afectada por una compra especulativa. Además de Sanz y Albiach, también estaba el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
Presupuestos con los Comuns o sin ellos
En un acto este miércoles en los 25 años del diario 20 minutos, Collboni, dijo que tenía previsto sacar adelante los presupuestos tanto si llega a un acuerdo con los Comuns como si no. Collboni dejó la puerta abierta a tener que recurrir como el primer año del mandato a una cuestión de confianza para aprobar las cuentas.
De hecho, a principios de 2025, el ejecutivo socialista rompió las negociaciones con los Comuns para las cuentas de este año al considerar que las exigencias del grupo municipal de Sanz eran cada vez más elevadas y no tenía sentido continuar hablando.

