Aunque están muy alejados ideológicamente, Junts per Barcelona y Barcelona en Comú en el Ayuntamiento de vez en cuando se ponen de acuerdo. Después de que el viernes pasado, el alcalde Jaume Collboni fuera reprobado con los votos de la mayoría de los grupos municipales, ambas formaciones han formalizado la petición para que Collboni convoque un pleno extraordinario para hacer balance del mandato. Tanto Junts como los Comuns recuerdan que después del pleno del 30 de mayo, el gobierno tenía 72 horas para convocar el Consejo Plenario extraordinario. Como el ejecutivo del PSC no ha movido ficha, ahora dispone de 15 días hábiles para buscar obligatoriamente una fecha.
En opinión del presidente de Junts en el Ayuntamiento, Jordi Martí Galbis, «es necesario que el alcalde se explique en un pleno municipal después de los dos primeros años de mandato». Según el concejal, el gobierno de Collboni es frágil e «incapaz de llegar a acuerdos». «Cada problema lo convierte en un anuncio; cada reto, en una nota de prensa; cada necesidad ciudadana, en una oportunidad para una fotografía. Y aquí lo tenemos, sin proyecto, sin programa, sin palabra, pero con la silla», ha dicho Martí Galbis.

Collboni ha incumplido todos los compromisos
Por su parte, la presidenta de los Comuns en el consistorio, Janet Sanz ha afirmado que «Collboni ha incumplido todos los compromisos con los que asumió la alcaldía. Además, considera que el PSC «no tiene un solo proyecto que sea identitario de su gobierno, no ha aprobado ningún presupuesto por la vía ordinaria y ha reprobado a dos tenientes de alcaldía por sus carencias en relación a dos áreas tan importantes como la vivienda y los derechos sociales». A juicio de Sanz, esto implica que «se reprueba a sí mismo, ya que es él quien las designó».
Junts fue el partido que ganó las elecciones de mayo de 2023 con 11 concejales, pero Xavier Trias se quedó sin alcaldía porque los Comuns y el PP se pusieron de acuerdo para hacer alcalde a Collboni, que desde entonces gobierna en solitario con solo 10 concejales.

El objetivo del pleno extraordinario es poner en evidencia «la incapacidad» del alcalde y su gobierno de llegar a acuerdos con el resto de fuerzas políticas -el viernes PSC y Comuns pactaron romper relaciones con Israel y ahora Collboni negocia con Junts modificar la normativa del 30%-, y reiterar que los socialistas gobiernan en minoría. También se quiere «denunciar los incumplimientos reiterados de la inmensa mayoría de propuestas que se impulsan desde la oposición y que son aprobadas o aceptadas en los órganos de gobierno del Ayuntamiento», y que en un periodo máximo de 30 días presente un informe con todas las iniciativas aprobadas por los grupos municipales o aceptadas por el gobierno para conocer su grado de implantación o evolución.