“Si no soy alcalde, no me quedaré calentando la silla”. Xavier Trias, exalcalde de Barcelona, volvía a la primera línea política para presentarse de nuevo como candidato, ahora por Junts. El reto era conciso: ganar las elecciones mediante un plebiscito sobre el modelo de ciudad de Ada Colau. Y lo hizo. Pero un pacto españolista gestado en Madrid impidió que fuera alcalde con un pacto con ERC y que quien fuera investido fuera Jaume Collboni. A partir de entonces, Trias cumplió su palabra de «no calentar la silla». La decisión tenía como consecuencia inmediata dejar a Junts nuevamente sin un líder electoral visible, con un grupo municipal temporalmente ordenado, pero dividido sobre quién debería ser el cabeza de cartel en 2027.
Xavier Trias dejó el acta de concejal en julio de 2024. Han pasado quince meses y, Trias por Barcelona, convertido en Junts per Barcelona, continúa huérfano de candidato a pesar de que el grupo municipal había anunciado que lo tendría la pasada Semana Santa. No es por falta de aspirantes que el partido que lidera Carles Puigdemont aún desde el exilio no ha anunciado quién intentará arrebatar la alcaldía a Jaume Collboni. Sino porque la dirección nacional del partido insiste en trabajar un candidato de consenso que evite unas primarias, y muy probablemente, una guerra interna como la que vivió ERC también en la Federación de Barcelona.
Pero estas primarias, en caso de tener que celebrarse, se situarán ya en el calendario de 2026, o presionando mucho el escenario, a finales de año. Y esto a pesar de que Junts se había comprometido a tener candidato esta pasada Semana Santa, después, en verano, en otoño y ahora, probablemente, será en invierno. Porque no será hasta el 29 de noviembre que Junts per Catalunya debe aprobar en un Consejo Nacional el reglamento por el cual se regirá la elección de candidatos a las elecciones municipales de 2027 en todo el país. Un reglamento que contemplará las primarias y su funcionamiento en aquellos municipios en los que, a pesar del llamamiento de la dirección nacional a encontrar un cabeza de cartel de consenso, no se logre. Y si no hay un pacto de paz en Barcelona, la capital del país será un ejemplo. De hecho, a estas alturas liderar la oposición en Barcelona -y aspirar a tener la alcaldía- es una plaza muy relevante para un partido despojado de buena parte del poder institucional que había tenido hasta que en 2022 abandonó la coalición de Gobierno con ERC.

Dos concejales pueden acabar en primarias
A estas alturas, dos concejales del grupo municipal de Barcelona han dejado clara su voluntad de liderar la candidatura juntaire en 2027. El primero fue Jordi Martí Galbis, presidente del grupo municipal y concejal desde 2011. Era la mano derecha de Xavier Trias mientras fue alcalde y también desde 2023, y de hecho, el exalcalde de Barcelona lo designó para conducir el partido en la ciudad y liderarlo, dejando claro, eso sí, que dentro del grupo municipal había varios perfiles muy buenos. El otro aspirante es Josep Rius, que también es diputado en el Parlamento de Cataluña, y lo más importante, persona de confianza de Carles Puigdemont como vicepresidente y portavoz de Junts per Catalunya. El TOT ha constatado, como meses atrás, la intención de ambos concejales de ofrecerse al partido para liderar la lista electoral de 2027, si es necesario, enfrentándose a unas primarias. Un escenario, sin embargo, que la dirección del partido quiere evitar para no ofrecer una imagen de división interna que, de hecho, es bien real. Porque tanto Galbis como Rius tienen sus partidarios dentro del grupo y en la Federación de Barcelona.
Sea como sea, la dirección del partido ya intentó evitar este enfrentamiento hace unos meses, sondeando a Joaquim Forn, consejero del Gobierno de Carles Puigdemont encarcelado por el 1-O, exconcejal de Barcelona y, de hecho, tándem de Elsa Artadi en las elecciones de 2019. Forn, como confirmó él mismo al TOT, declinó la oferta de liderar el partido en la ciudad tras la salida de Xavier Trias, y ahora mantiene su posición. Forn era un candidato que habría desencadenado el acuerdo entre el sector Rius y el sector Galbis, pero a estas alturas no hay ningún otro nombre que frene a los dos concejales de intentar ser cabeza de cartel. Varias fuentes de Junts consultadas por este diario sitúan a Josep Rius como el preferido por la dirección, pero Galbis cuenta con mucho apoyo entre las bases del partido en la ciudad y en la Federación de Barcelona. Si ambos aspirantes mantienen su posición después del 29 de noviembre, y la dirección no encuentra una solución de consenso, Junts per Barcelona se encamina a unas primarias conflictivas.

Si Josep Rius es el candidato señalado por la dirección de Junts, y Martí Galbis tiene claro que quiere ser el candidato y que cuenta con un buen apoyo de las bases en unas primarias, ¿qué podría evitar este enfrentamiento en las urnas? O un tercer candidato que haga que se pacte una candidatura, o bien que el partido pueda dar una salida digna al jefe del grupo. Pero en estos momentos, el poder institucional de Junts no es el de hace años. Y tampoco Galbis parece dispuesto a estas alturas a dar un paso al lado.
Conscientes de que es una carrera de fondo
Al margen de quién sea el candidato de Junts por Barcelona en 2027, las encuestas internas del partido apuntan en una misma dirección: repetir la victoria de Xavier Trias es prácticamente imposible. Se trataría, por tanto, de mantener un grupo de concejales lo suficientemente sólido para poder enfrentar el próximo mandato como una alternativa sólida a lo que parece que se dibuja: un gobierno liderado por Collboni con ERC y quién sabe si los Comunes como socios. «Xavier Trias entró en el Ayuntamiento en 2003 y no fue alcalde hasta 2011», recuerdan fuentes de Junts en conversación con el TOT. Justamente, esta inversión de tiempo -al menos un mandato- es uno de los frenos que habría valorado Joaquim Forn cuando la dirección de Junts le propuso ser cabeza de cartel. Por el contrario, tanto Galbis como Rius están dispuestos a «picar piedra» en este sentido. En cualquier caso, fuentes de Junts insisten en que concurrirán a las elecciones con un proyecto ganador como hicieron en 2023, y señalan la “inconsistencia” del actual alcalde del PSC.
