Junts per Barcelona da aire a Jaume Collboni y este miércoles, en la comisión de Presidencia, facilitará la aprobación inicial de la Ordenanza de civismo. Según ha explicado el presidente de la formación independentista en el Ayuntamiento, Jordi Martí Galbis, se abstendrán en la votación, lo que, si no hay sorpresas de última hora, debería permitir que la normativa saliera adelante. El objetivo del gobierno de Collboni es que la modificación de la Ordenanza se pueda aprobar definitivamente antes de finales de año y básicamente lo que plantea es un endurecimiento. Tal como informó el TOT Barcelona hace un par de semanas, las negociaciones de la normativa no iban por buen camino y Collboni podía sufrir un nuevo fracaso, como recientemente ha pasado con la revisión del 30%.
Para que la Ordenanza de civismo salga adelante, más allá de la abstención de Junts, Collboni necesita el voto favorable de otras formaciones. Hace unos días, el concejal Jordi Coronas dijo al TOT que ERC permitiría la aprobación inicial si este hecho dependía de ellos, aunque este martes por la mañana la presidenta de ERC en el consistorio, Elisenda Alamany no ha querido avanzar el sentido del voto. El PP aún está valorando qué hacer, pero la incorporación de algunas de sus enmiendas podría hacer que los de Daniel Sirera se abstuvieran (la opción más probable ahora mismo) o votaran a favor. Y todo apunta a que Barcelona en Comú y Vox se posicionarán en contra, obviamente por motivos muy diferentes.

La figura de los «incívicos multirreincidentes»
Recientemente, en una entrevista con el TOT, Martí Galbis dejó entrever que era muy difícil que avalaran la Ordenanza de civismo después de que el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, tratara al partido independentista irrespetuosamente en el plenario de junio. Pero los últimos días, las negociaciones han mejorado y Collboni ha introducido algunas de las exigencias de Junts en la ordenanza para que la formación de Martí Galbis no vote en contra. Algunas de las peticiones son que se garantice la aplicación de la norma y el cobro de las sanciones (ahora el 50% no se pagan), e incorporar al texto la figura de los «incívicos multirreincidentes». Junts también pedía endurecer las multas a los grafiteros, y ampliar el catálogo de medidas alternativas. En cualquier caso, Junts ha querido dejar claro que su abstención ahora no garantiza su voto favorable a finales de año en la aprobación definitiva.
Por otro lado, Junts ha criticado a Collboni por sus declaraciones, en una entrevista a Metrópoli, en las cuales decía que dejaba la modificación del 30% (que obliga a los promotores a destinar el 30% a vivienda pública en las nuevas edificaciones y grandes rehabilitaciones) para el mandato siguiente. De hecho, las palabras del alcalde eran al vacío, ya que Junts rompió las conversaciones hace unas semanas y el PSC no tenía con quién pactar los cambios. Según Martí Galbis, el 30% nunca ha salido de los cajones y si no se han aprobado las modificaciones ha sido porque el alcalde no ha querido. «Es el único responsable». Para el concejal, los motivos son políticos y electorales, porque el PSC quiere gobernar a partir del 2027 con los Comunes y estos son contrarios.
Una nueva ayuda para el alquiler
En la comisión de Economía de este miércoles, Junts presentará una proposición para que la ciudad tenga una ayuda al alquiler, con un presupuesto de seis millones de euros, destinada a las familias monoparentales y las personas de más de 55 años con problemas para pagar la vivienda. Martí Galbis espera que el gobierno le dé apoyo. La subvención sería para alquileres de 1.100 euros como máximo y tendría un tope de 400 euros al mes, unos 4.800 euros anuales.
Junts también ha garantizado su voto favorable a la modificación de crédito de 100 millones de euros que se tumbó en junio y que ha de servir para garantizar la aportación municipal al financiamiento del transporte público y para aumentar el salario de los trabajadores municipales. Finalmente, la partida que se aprobará no llegará a los 100 millones.




