Janet Sanz deja el Ayuntamiento de Barcelona. La presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú ha oficializado este viernes la despedida del consistorio tras 14 años. Sanz ya había anunciado que tenía previsto dejarlo el pasado septiembre para «cerrar heridas», pero también es cierto que el nuevo código ético de los Comunes en la ciudad -que limita a 12 los años en un cargo público- la dejaba sin posibilidad de presentarse a las primarias del partido para las municipales de 2027. «A mucha gente le extraña que quiera dejar la política; la anomalía es no querer dejarla», ha dicho.
Con la salida de Sanz se va el último bastión del primer gobierno de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona entre los años 2015 y 2019. De hecho, en la despedida de la concejala estaban presentes algunos compañeros de ese viaje, como la alcaldesa Colau y el exteniente de alcaldía Jaume Asens. También han hecho acto de presencia el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta de los Comunes en el Parlamento, Jéssica Albiach, y el diputado en la cámara catalana, David Cid. Ahora, uno de esos compañeros, Gerardo Pisarello, optará a liderar la lista de Barcelona en Comú a la alcaldía en 2027.
«Quiero poner mi tiempo en el centro»
«Quiero poner mi tiempo en el centro. Y eso no es posible con la política institucional», ha dicho en su intervención Sanz. A lo largo de los ocho años de gobierno de Colau, y como responsable de Urbanismo, ha dejado una huella muy importante en la ciudad, con los ejes verdes del Eixample como elemento más destacado. «La superilla no es solo la calle de Consell de Cent o la calle de Girona. Es estrategia política».
Sanz también impulsó la conexión del tranvía entre Glòries y Verdaguer, elaboró el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), para frenar la proliferación de hoteles y pisos turísticos en la ciudad, y ejecutó las pacificaciones de la Meridiana o la Via Laietana… La lista de la obra de gobierno es larga. Según Sanz, «el urbanismo lo puede cambiar todo». «Puede construir derechos y deshacer privilegios». «Lo que he intentado hacer estos años ha sido incomodar». A Sanz y al gobierno de Colau les cayó una larga lista de demandas, las cuales todas han quedado archivadas.
«Cambiamos la agenda y la institución»
Muy emocionada, Sanz ha recordado su larga trayectoria política. Ha explicado que hace 22 años que milita en el mismo partido. «Los jóvenes de izquierda verde fueron la escuela, y Ricard Gomà -exjefe de filas de ICV en el Ayuntamiento durante años-, un maestro». El proyecto de los Comunes sirvió para demostrar que se podía gobernar por el «sentido común». «Cambiamos la agenda y la institución», ha subrayado. Y ha lanzado un aviso para el futuro: las instituciones son útiles, pero hay que hacer las cosas. «La gente joven está cansada de promesas y se le está acabando la paciencia».
Sanz entró al Ayuntamiento en 2011 como concejala de ICV. Entre 2011 y 2015, con Xavier Trias de alcalde, estuvo en la oposición. Durante el primer gobierno de Colau, fue también edil de Nou Barris, el distrito en el que le habría gustado nacer si fuera de Barcelona -es de Tamarit de Llitera, en Huesca-. La llegada de Collboni a la alcaldía en 2023 dejó a los Comunes en la oposición, a pesar de haber investido al cabeza de lista del PSC. Con la renuncia de Colau en octubre de 2024, asumió la presidencia del grupo municipal, un cargo que ahora tomará Gemma Tarafa.
Las palabras de Collboni
Collboni compartió gobierno con Sanz durante un mandato y medio aproximadamente, en los que tuvieron lugar «discusiones profundas», pero también «una lealtad a prueba de bombas». El alcalde ha reconocido que, con los años, el urbanismo municipal con Sanz al frente «marcará una época, sin duda». Y se ha comprometido a acabar el tranvía -con un presupuesto de mínimos en 2026- hasta Francesc Macià. En el primer viaje invitará a Colau, Sanz, el concejal de ERC Jordi Coronas, miembros de la Promoción por el Transporte Público (PTP) y al exalcalde Jordi Hereu. Son algunas de las personas que más han hecho para que el tranvía sea una realidad.
