Si ERC arrancaba este viernes la campaña electoral del 28-M en Nou Barris, un feudo tradicionalmente hostil al independentismo y con un sentimiento de periferia olvidada muy acusado, este sábado los republicanos han aterrizado en el distrito que mejor ejemplifica el choque de modelo de ciudad y de movilidad impulsado por Ada Colau: el Eixample. Pero Maragall, acompañado del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, y de las candidatas Elisenda Alamany y Eva Baró, no ha hecho incursión a la Superilla en obras, sino que ha elegido los Jardines del Doctor Duran i Reynals, al lado del Hospital Clínic. Un distrito donde ERC ganó en 2019, central en la ciudad, pero donde ERC denuncia que «todo va de mal en peor, costa encontrar una cosa que funcione mejor que hace unos años». Y pone cifras: tiene el 47% de todas las licencias turísticas de la ciudad, y en culpa «la barra libre de Trias y la mala gestión de Colau y Collboni». Como ejemplo, el edificio de la calle de Tarragona. Además, el precio de la vivienda se ha disparado un 42% en los últimos ocho años. Así lo ha descrito la regidora, diputada y candidata de ERC Eva Baró, que ha denunciado que hay más ejemplo de mala gestión al distrito, como la losa de Sant Antoni o el caos nocturno de la calle de Enric Granados.
«Romper la inercia»
Elisenda Alamay ha prometido ser la «respuesta» para romper «la dinámica de reacciones que encadena Barcelona». La número dos ha cargado contra Trias, «que confundió abrir Barcelona a venderla y regalar la ciudad al turismo, y la reacción de Ada Colau era proteger los barceloneses, pero tampoco lo supo hacer bien porque no entendió la complejidad de la ciudad». En este sentido, la republicana ha hecho un llamamiento a «rebelarse contra esta inercia que hay en Barcelona, y no podemos volver a recetas caducadas que no funcionan». En este sentido, ERC ha propuesto destinar a «proteger Barcelona» el fondo de 400 millones de euros que tiene procedentes del recargo de la tasa turística.

La consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha remarcado que los ayuntamientos son «grandes herramientas», pero en el caso de Barcelona lamenta que «no se han sabido encontrar las alianzas adecuadas con otros ayuntamientos y con la Generalitat, tampoco con la ciudadanía». Vilagrà también ha reclamado una administración «más amable y próxima». «Ni escondemos las siglas ni escondemos que somos independentistas, somos el voto útil independentista», ha dejado claro Vilagrà, en clara referencia a la apuesta de Xavier Trias por no hacer bandera de las siglas de Juntos por Cataluña en Barcelona. Y en este sentido, Vilagrà ha prometido trasladar a Barcelona el que hace ERC en la Generalitat: «Nosotros somos los que gestionamos bien, los que gestionamos los FGC, que son puntuales. El PSC son los de Renfe», ha sentenciado.
Aragonès carga contra Colau
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho bandera de la gestión al frente de la Generalitat, con mejoras en servicios como la gratuidad de la guardería para niños de dos años. Y ha pedido trasladar «la buena gestión» a la otra banda de la plaza de San Jaime. También ha enviado un mensaje a la alcaldesa, Ada Colau: «Cuando se llega a la alcaldía traicionando tus palabras y de la mano de los únicos que se presentaban para impedir un alcalde independentista, entonces las cosas te salen mal. Pero este país y la ciudad se merecen un país lleno de oportunidades», ha sentenciado. Además, el presidente ha garantizado que el Gobierno expropiará pisos a grandes tenedores para ponerlos al servicio de las personas más vulnerables: «Esto pide valentía y convicción, y lo haremos también desde Barcelona, y tendrá el Gobierno de Cataluña a su lado». Aragonés también se ha referido al caos de Renfe: «Nosotros somos los de los trenes que funcionan, ante el partido de la Renfe, el PSC, los trenes que van tarde y cuestionan el derecho a la movilidad de los ciutadans. El caos tiene nombre, los que gobiernan en el Estado, los socialistas y los comunes, curiosamente los mismos que gobiernan en Barcelona». Pere Aragonès también ha alertado que Juntos pretende con Xavier Trias hacer revivir «la antigua convergencia».
«El Eixample es demasiado importante para dejarlo en manos de según quién»
Ernest Maragall ha sido el último a intervenir, y ha alertado que algunos «quieren convertir el Eixample en un instrumento político equivocado, un laberinto, una trinchera, pero no lo podemos aceptar, es un abuso», ha dicho el candidato. «El Eixample es demasiado importante para dejarlo en manos de según quién», ha alertado. Además, Maragall ha dicho que algunos pretenden enfrentar «vecinos de Consell de Cent y de la calle de València», como también los «centenares de miles de barceloneses que lo son durante horas, además del que lo son de pleno derecho en términos administrativos», en referencia en medio millón de trabajadores que cada día entran en la ciudad.
«Estamos callados, enmudecidos, nos han silenciado, tomemos la voz y seamos el Eixample con todas las consecuencias», ha clamado el candidato republicano ante un público que ha aceptado de buen grado las cuatro gotas que han empezado a caer.