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El gobierno de Collboni ralentiza la conexión del tranvía por la Diagonal

La conexión del tranvía por la Diagonal entre Verdaguer y Francesc Macià se realizará, pero el gobierno de Jaume Collboni ralentiza su construcción. En la rueda de prensa de presentación de los presupuestos, la semana pasada, el teniente de alcaldía del área económica, Jordi Valls, no concretó si las obras comenzarían en 2026 o antes de que termine el mandato, en 2027. Tampoco dio a conocer la partida presupuestaria prevista para el próximo año. El ejecutivo socialista se detuvo en las cifras y el calendario general, datos ya conocidos. El Ayuntamiento invertirá 114 millones -a los que hay que añadir unos 80 por parte de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) para la red tranviaria- entre las obras previas del colector y la reurbanización de la Diagonal, y las reformas se extenderán hasta 2030.

Tras la comparecencia del jueves pasado, el TOT Barcelona ha preguntado al servicio de prensa municipal si la unión del tranvía desde Verdaguer hasta Francesc Macià comenzará entre 2026 o a lo largo de este mandato, y cuál era la inversión prevista para el próximo año. Pero las fuentes consultadas no han aportado ninguna información nueva y se han remitido a lo dicho por Valls. «La verdad es que en estos momentos no sabría decirle», respondió el teniente de alcaldía cuando este medio preguntó por el presupuesto previsto para el tranvía en 2026. Valls sí dijo que el tranvía se incorpora al presupuesto, pero antes de comenzar las obras se necesitan pasos previos, entre los cuales está la aprobación del proyecto ejecutivo del tranvía -ya finalizado- en los próximos meses y llevar a cabo la licitación. «Hay suficientes recursos para empezar a lanzar la licitación, que es la parte importante». «Hacer esta licitación no es fácil. Hay presupuesto municipal, presupuesto de la Generalitat… Es una obra que durará hasta el año 2030».

Las obras de la L8, un obstáculo

Valls quiso dejar claro que el gobierno de Collboni hará el tranvía, pero que ahora «los compromisos políticos están con los procesos de licitación. «Es un proyecto que tiene dosis de complejidad, también presupuestaria». Otro obstáculo que puede marcar el inicio de las obras «es la capacidad de absorción que tiene la ciudad, cuando tenemos la L8 -en referencia a la construcción de la conexión de esta línea de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) entre la plaza de España y Lesseps- con afectaciones importantes. «Estoy en el distrito del Eixample -soy el concejal- y la gente me cuenta estas afectaciones».

Un tranvía, cuando aún estaba en pruebas, circula por Verdaguer / Ayuntamiento de Barcelona

Cuando el gobierno de Collboni haga público el libro verde del presupuesto para 2026, se conocerá la inversión prevista para el tranvía. Y si no se ha cambiado de opinión, la próxima semana, en la comisión de Urbanismo del 21 de octubre, el ejecutivo municipal llevará a aprobación dos expedientes relacionados con el tranvía. Por un lado, la reurbanización de la Diagonal entre Verdaguer y Francesc Macià, y por otro, la construcción del colector, unas obras previas imprescindibles a las de la urbanización de la arteria y la construcción de la red tranviaria, tal como ya se hizo en el tramo entre Glòries y Verdaguer. Será entonces cuando se podrá concretar más los planes de Collboni con el tranvía, que han ido cambiando a lo largo del mandato. Por ejemplo, se dijo que las obras podrían comenzar en verano de 2025, una premisa que no se ha cumplido, y que los convoyes llegarían al paseo de Gràcia en 2027, una meta difícilmente asumible.

Barcelona en Comú y ERC, a favor de la conexión

Los únicos dos partidos con voluntad de aprobar la conexión del tranvía son Barcelona en Comú y ERC. El resto, Junts per Barcelona, PP y Vox, se oponen. La presidenta de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento, Janet Sanz, que dejará el Ayuntamiento antes de finales de año, dijo que le haría mucha ilusión cerrar su paso por el consistorio pudiendo concretar que el tranvía se hace hasta Francesc Macià y que se ejecuta de un solo golpe. «Es una obra que está parada desde hace demasiados años… El gobierno -en referencia a las palabras de Valls del jueves pasado- ha confirmado lo que ya sabemos, que no es una prioridad. Llevamos dos años y medio así. Collboni empezó el mandato diciendo que no lo quería hacer, después que lo recuperaría… Ahora, lo más caliente está en el fregadero. Aún no hemos aprobado los proyectos. La partida presupuestaria saldrá cuando sean aprobados los proyectos. Aprobar los proyectos definitivos es lo primero que debe hacer el gobierno para poder determinar el presupuesto. La partida se puede aprobar con un expediente de presupuestos ordinario o extraordinario (por ejemplo, una modificación de crédito)». Según Sanz, los Comuns siempre se han puesto a disposición del gobierno para sacarlo adelante.

Desde ERC, la concejala Rosa Suriñach recuerda que su partido siempre ha apostado claramente por el transporte público y la conexión del tranvía es una muestra clara que los republicanos han defendido políticamente. «Queremos que esta conexión se haga lo antes posible, porque es una infraestructura estratégica para la ciudad, que mejora la movilidad, reduce emisiones y conecta barrios. En la medida de lo posible, pedimos al gobierno municipal que acelere los procesos para que la conexión se convierta en una realidad en este mandato. Barcelona necesita avanzar hacia un modelo de transporte más sostenible y eficiente, y el tranvía es una pieza clave. ERC también ha defendido que la gestión del tranvía sea de gestión pública. «Logramos que, cuando termine la concesión en 2032 -al grupo de empresas privadas TRAM-, las ganancias del tranvía sean para las arcas públicas». La idea sería que la gestión la hiciera Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) o los FGC.

«Diferencia de intereses» con el zigzag de Glòries

La Promoción del Transporte Público (PTP) también ve urgente que se ejecute cuanto antes la obra. Uno de sus miembros, José Luis Rodrigo, detalla que ya hace casi un año que el tranvía llegó a Verdaguer y desde entonces casi no se ha hecho nada. «No tienen prisa». Este hecho contrasta con las obras del zigzag de Glòries, también del tranvía, que se han aprobado, licitado y comenzado esta semana. «Esto marca una diferencia de intereses. Cuando al Ayuntamiento le interesa una obra, la hace rápidamente, y cuando no le interesa, como sospechábamos, va dejando pasar el tiempo». Además, la PTP defiende que la del tranvía por la Diagonal es la obra de todas las previstas por la ATM con una tasa de retorno más alta. El tranvía, cuando esté en marcha, podrá compensar la falta de transporte público de superficie que hay en la Diagonal. «Empieza a ser urgente porque el transporte público está entrando en una fase de sobreocupación en algunos corredores. Con más gente y más coches circulando, la eficacia del autobús queda muy mermada. Necesitamos esta obra cuanto antes porque todo el transporte de superficie está muy tensionado… Hay más población, la gente se mueve más y vive más lejos».

Un tranvía hace el recorrido del nuevo tramo por la Diagonal / ACN

Junts y PP, en contra del tranvía

En las antípodas de los ecosocialistas y republicanos se sitúan Junts per Barcelona y PP, contrarios a la unión tranviaria. Fuentes de Junts expresan que la conexión del tranvía por la Diagonal es un «gran error» y completar el trazado hasta Francesc Macià «será completar este error grave». Para el partido, que en el Ayuntamiento preside Jordi Martí Galbis, «hay proyectos ferroviarios mucho más prioritarios para la ciudad que terminar esta conexión del tranvía por la Diagonal», subrayan desde Junts. Por ejemplo, el tramo central de la línea 9 del metro.

Junts plantea conectar la Diagonal de punta a punta con la puesta en funcionamiento de la línea de bus D30, con vehículos eléctricos de alta capacidad que conecten los dos tramos del tranvía. «Es una alternativa mucho más económica (de 400 millones pasaríamos a 40 millones)». Se trata de una propuesta con una afectación prácticamente nula por obras y una puesta en marcha casi inmediata, con la misma funcionalidad y sostenibilidad que el tranvía, y con una mayor flexibilidad, «ya que los autobuses son mucho más adaptables a las necesidades cambiantes de la movilidad de la ciudad».

Render del tranvía, a su paso por la Diagonal con Muntaner / Ayuntamiento de Barcelona

El PP ve «prácticamente imposible» que las obras comiencen este mandato

El presidente del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, ve «prácticamente imposible» que el alcalde pueda iniciar durante este mandato las obras de conexión del tranvía entre Verdaguer y Francesc Macià. «Collboni no puede hipotecar la movilidad en una de las arterias principales de la ciudad, como es la Diagonal, cuando ya existen cerca de 200 obras simultáneas en Barcelona que complican gravemente la circulación», valora Sirera.

Por otro lado, el PP considera que el proyecto del tranvía es «una prioridad equivocada, con un coste desproporcionado de casi 200 millones de euros para los barceloneses, que perjudica el comercio local y agrava los problemas de movilidad». A juicio de Sirera, «Collboni vuelve a caer en el error de gobernar de espaldas a los vecinos, ignorando una vez más la falta de consenso ciudadano. En la consulta de 2010, los barceloneses ya rechazaron el tranvía por la Diagonal, y nada ha cambiado desde entonces», sostiene. Para los populares, «Barcelona no necesita más embotellamientos ni más obras, sino un plan serio de movilidad que escuche a los vecinos, proteja el comercio y priorice la eficiencia. Collboni debería estar pensando cómo mejora la vida a los barceloneses, no cómo se la complica».

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