El PSC tenía dos grandes objetivos para estas elecciones, de los cuales ha cumplido uno con creces y ha fracasado en el segundo. La idea de Jaume Collboni era revalidar el éxito en los barrios periférico y pescar votos en lo alto de Barcelona, bastante próxima en las políticas de Xavier Trias. En este sentido, los socialistas han conseguido teñir de rojo el lado Besos de la ciudad, imponiéndose a los distritos de Nou Barris, Sant Andreu, Horta – Guinardó y Sant Martí.
La victoria a Nou Barris, feudo socialista que ya recuperaron el 2019, es muy abundante. El PSC se lleva tres de cada diez votos y duplica prácticamente los resultados de los Comunes, vencedores el 2015 en esta zona. Más tímida es la victoria en el resto de los distritos, con el 23,3% de los votos en Sant Andreu y el 22,45% a Horta-Guinardó, donde la polémica gestión de la masificación de los búnkeres del Carmel no ha pasado factura. Mucho más ajustada ha sido la batalla a Sant Martí, donde solo 1,74 puntos separan Collboni (22,89%) de Colau (21,15%).
El voto moderado no apoya Collboni
El PSC también ha intentado imponerse, sin éxito, en los distritos de Sarrià – Sant Gervasi y las Corts. El voto conservador y una parte importante del voto moderado ha optado por Xavier Trias. En Sarrià – Sant Gervasi, TriasxBCN se lleva el 40% de los votos y el PP 14,92%. Por lo tanto, el PSC queda como tercera fuerza más votada. Una situación similar se dibuja a las Corts, a pesar de que Collboni se impone, en este caso, a Daniel Sirera (PP) por un estrecho margen de votos. Por otro lado, el Eixample, distrito con más votantes, ha quedado repartido entre Comunes y TriasxBCN, con el PSC como tercera fuerza.
Sants – Montjuic y Ciutat Vella, dos distritos con tendencia de voto progresista, se lo han llevado los Comunes, aunque con un estrecho margen de ventaja con el PSC. Ciutat Vella era una de las apuestas de Collboni para estas elecciones, desde donde ha hecho varios mítines y ha intentado situar la seguridad como eje principal del discurso, situando Albert Batlle, responsable municipal de seguridad, al frente del distrito si el conseguía gobernar.
