La cuarta teniente de alcaldía, Laura Pérez, ha instado Esquerra Republicana a apoyar la suspensión de las relaciones con Israel. En una comparecencia de prensa esta mañana en el Ayuntamiento, Pérez ha pedido a «todas las fuerzas progresistas» -y «en especial a ERC», ha matizado- que sean tajantes en el próximo Pleno y, así como harán los Comunes, respeten «la iniciativa y el esfuerzo de las entidades» que han luchado para forzar la rotura. La regidora de los Comunes ha mencionado las más de 4.000 firmas recogidas por varias asociaciones y ha recordado que entre las entidades que han firmado están las Juventudes de ERC.
Pérez no ha escondido que sabían que la decisión generaría polémicas. A pesar de todo, ha dejado claro que las relaciones con otras ciudades son competencia de alcaldía y que no se volverá atrás porque «el hermanamiento no ha tenido efectos por la paz». Pérez también ha criticado la doble moral de algunos partidos del oposición. En este sentido, ha lamentado que «con el caso de Santo Petersburgo los pareciera general la unilateralidad». Hay que recordar, que el Ayuntamiento de Barcelona siguió el mismo procedimiento para romper las relaciones con la ciudad rusa después de la invasión a Ucrania.
Cuatro Premios Nobel, a favor de la decisión
Laura Pérez ha querido agradecer el apoyo de todos aquellos que han apoyado a la alcaldesa y se ha dirigido, muy especialmente, a los diferentes Premios Nobel que han secundado la acción. Se refiere a Annie Ernaux, George P. Smith, Jody Williams y Mairead Maguire, que se han unido para firmar una carta de apoyo, junto con 50 personalidades más.
Los autores del manifiesto aseguran que el gesto del Ayuntamiento es equivalente a los ayuntamientos que fueron pioneros a cortar vínculos con el apartheid en Suráfrica en el pasado» y dicen que hay informes de organizaciones internacionales de derechos humanos que «definen Israel como estado de apartheid y piden medidas efectivas para acabar con la complicidad internacional de que disfruta». El escrito todavía va un paso más allá y considera que “la decisión de Barcelona tendría que inspirar las instituciones en todo el mundo».