Supermanzana sí, supermanzana no. Este debate, que ha polarizado Barcelona en los últimos cuatro años, esconde una preocupación latente en la mayoría de partidos políticos que se presentan a las elecciones. El verde solo ocupa el 11% de la superficie de la ciudad, un dato que si es algo elevado es gracias Collserola, que representa una sexta parte de este espacio. Ganar más espacios verdes implicaría un aire de mejor calidad. Ahora bien, la retórica política esconde diferentes propuestas, todas ellas diversas, para ganar esos pacificados en Barcelona. Sin dudas, el verde será uno de los epicentros de la campaña electoral, y exponer bien los argumentos puede ser clave.
Las supermanzanas
La primera propuesta a destacar es a la vez la más conocida. Los Comunes han hecho bandera del Plan Supermanzana que ha supuesto una pacificación estricta de algunas calles del Eixample y el Poblenou. Mientras que los Comunes se apresuran a explicar que los ejes verdes no son una guerra al coche, algunos sectores de la ciudad no han quedado muy satisfechos.
Colau ganó las elecciones sacando pecho de su pasado activista y prometiendo cambios en el mercado de la vivienda. Ocho años más tarde, la vivienda sigue siendo una preocupación para los Comunes, pero políticas de movilidad como esta lo han desplazado como principal campo de batalla y su apuesta seguirá latente en próximos mandatos si gobierna. Además, el grande fichaje electoral de Colau, Guille López, refuerza esta idea. López es uno de los impulsores de ‘Eixample Respira’, entidad que quiere reducir coches en el centro de la ciudad.
Recuperar los interiores de isla
El PSC ha aprobado todos los planes de supermanzana de estos últimos años, si bien es cierto que en los últimos meses han marcado más distancia. Su candidato, Jaume Collboni, ahora propone una alternativa. Los socialistas quieren recuperar 30 interiores de isla del distrito del Eixample hasta el 2030 y de este modo prevé ampliar en 63.000 metros cuadrados el espacio verde de la ciudad.
El socialista presentó el nuevo proyecto con dardos envenenados hacia el proyecto clave de los Comunes. Toda modificación en el Eixample tiene que tener en cuenta que es «lo gran pulmón económico» de Barcelona, decía en rueda de prensa. En esta misma comparecencia, Collboni recordó que otros alcaldes socialistas recuperaron 42 espacios interiores como estos durante sus mandatos.
Cubrir la ronda de Dalt
Xavier Trias también se ha sumado en el debate con alternativas. El candidato de Junts quiere cubrir la ronda de Arriba, una propuesta que comparten desde Ciutadans. Ambos partidos ven, en esta opción, la mejor idea para conseguir grandes metros de verde en esta zona en la que no hay. Por un lado, el junter considera que tapar la ronda «es medioambientalmente mucho más interesando que la reforma de Consell de Cent», mientras que Anna Grano ha dicho que será «una prioridad» si entran al gobierno.
Según los cálculos de Trias, la obra tardaría entre ocho y diez años, y servirá para ganar 250.000 metros cuadrados de nuevas zonas verdes. El exalcalde considera que podría llegar a plantar 25.000 árboles y 50.000 metros cuadrados de placas solares. Por otro lado, Ciutadans también considera que serviría para unir unos barrios, los de montaña, que están distanciados del resto de la ciudad.
Cubrir la Gran Vía
Una propuesta similar ha presentado el candidato del PP, Daniel Sirera. En este caso, pero, considera que la ronda no es ninguna prioridad y fija la mirada en la Gran Vía. En un video en Twitter, Sirera propone cubrirla para poder construir «una gran plaza verde». De este modo, apunta el candidato, los vecinos podrían circular con tranquilidad y sin ruido. La Gran Vía se hunde bajo tierra en su último tramo, pero queda descubrimiento por sobre. Años atrás se instalaron unas paredes para minimizar el ruido, pero no es suficiente.
