En 1994, un chico del Baix Guinardó se afiliaba al PSC. Tenía 25 años y había estudiado derecho, pero no se llegó a dedicar porque un año después le llegó su primero sueldo de partido como portavoz del distrito de Horta-Guinardó. Tres décadas después, aquel chico del Baix Guinardó, como remarcó él en el discurso de investidura, y que ahora vive en el barrio del Front Marítim-Diagonal Mar, es el alcalde de Barcelona con el gobierno más reducido de la historia de la ciudad -tanto, que uno de sus concejales tiene que atender a dos distritos-, con el apoyo del PP y de unos Comuns que, a pesar de no haber entrado de momento al ejecutivo, tienen garantizados los sueldos de los cargos de confianza que tenía el bipartito. Esta es la historia del triunfo de una pieza clave de la máquina implacable del aparato de un partido que perdió la capital ahora hace 12 años y que durante estos tres mandatos ha sabido gestionar el poder que tenía y pactar con el teórico enemigo hasta recuperar Barcelona.
Primarias en entredicho y pactos con la derecha
Para llegar a la alcaldía más 

Pero el perfil político de Jaume Collboni se cuece mucho antes de esta década dedicada a la reconquista de la Barcelona que el PSC perdió el 2011 ante Xavier Trias. Era uno de los integrantes de la generación 
Jaume Collboni entró a la ejecutiva del PSC en 2008, y entre 2010 y 2014 fue diputado del Parlament, después de los dos tripartidos entre el PSC, ERC e iCV en la Generalitat. En 2010, con el desgaste de aquellos dos gobiernos, PSC y ERC sufrían un batacazo electoral que impedía reeditar la fórmula, de forma que el ahora alcalde de Barcelona hizo de oposición al gobierno de Artur Mas en la cámara catalana. Durante este tiempo también fue nombrado secretario de comunicación y portavoz del PSC. Pero no agotó legislatura, porque dejó el escaño unos meses antes de las elecciones para presentarse a las primarias del PSC de Barcelona para elegir candidato a la alcaldía. En 2011 Xavier Trias había ganado y Jordi Hereu había dejado los socialistas sin la alcaldía que habían ostentado durante 32 años.

Jordi Martí, de rival al PSC a aliado para ser alcalde
Y aquí se produce una circunstancia: uno de los rivales de Collboni a las primarias del PSC era Jordi Martí, ahora número dos de Ada Colau. También Laia Bonet, por cierto. Pero aquel Martí que después abandonó el PSC y se pasó a los Comunes, ahora ha estado una de las personas del hueso de Colau que han decidido entregar la alcaldía a quien fue su rival en las primarias y aceptar el pacto con el PP. Aquellas primarias celebradas el 29 de marzo de 2014 fueron muy polémicas, con acusaciones contra Collboni de pucherazo. Y es que en aquellas primarias podía votar cualquier ciudadano de Barcelona, y una muchedumbre de ciudadanos paquistaníes se presentaron a votar con la papeleta de Collboni. Fuera como fuera, el aparato del PSC cortó de pura cepa la polémica y Collboni fue el candidato sin matices.
Las primeras elecciones del ahora alcalde fueron desastrosas. Después de la derrota de Hereu en 2011, el PSC perdía 66.000 votos y se quedaba en 4 regidores, mientras que quien había estado hasta entonces una muleta del PSC se convertía en el partido más votado con 11 regidores. ICV, reconvertida en Comuns, hacía el 

Hasta que el 1 de febrero de 2023, Jaume Collboni abandona el gobierno, pero deja su equipo, para enfrentarse a su socia y hacer el s
Y si durante unas horas parecía que, efectivamente, los Comuns pasarían a la oposición, al día siguiente de la investidura Collboni confirmaba que conservarían cargos de confianza y sueldos, y que se sentía libre de pactar con los Comuns una entrada en el ejecutivo. Falta muy poco para el 23-J y a estas alturas pocos se creen otra promesa de los de Colau, que no entrarán en el gobierno de Collboni si no es con ERC.




