Punto final a las afectaciones a la línea L4 del metro de Barcelona. Este recorrido de la red del subsuelo de la capital catalana recupera este sábado la normalidad después de cerca de dos meses con el servicio afectado por la renovación de hasta seis kilómetros de vía con el objetivo de “mejorar la eficacia, el confort y la calidad” de la infraestructura. Esto quiere decir que los usuarios del metro podrán recorrer otra vez toda la línea de metro y ya no tendrán que usar los medios de transportes alternativos habilitados por Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB).
En concreto, el proyecto de renovación de esta línea ha requerido una inversión de 16,4 millones de euros y se ha hecho en dos fases diferenciadas. En la primera, que tuvo lugar durante el primer mes de obras, se dejó sin servicio el tramo de la línea amarilla que se encuentra entre la parada de Ciutadella – Vila Olímpica y Girona. En la segunda fase, que se ha hecho este mes de agosto, se han recuperado dos de las paradas y se ha dejado sin servicio un tramo más corto, que va de la estación de JaUme I y a la de Girona. Aun así, hay que recordar que las obras han hecho más que renovar 6 kilómetros de vía. También han servido para instalar 12.000 metros lineales de carril de acero y 18.600 fijaciones antivibratorias sobre una plataforma formada con 14.000 metros cúbicos de hormigón.
El servicio alternativo
Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) puso en funcionamiento un servicio especial con autobuses articulados con “el número máximo que se puede poner en circulación en la calle” para minimizar las afectaciones que estas obras hayan provocado en la movilidad en la ciudad. Al inicio, se habilitó un servicio alternativo con frecuencias de entre 3 y 4 minutos entre Bogatell y Verdaguer. El recorrido del bus ha pasado por la vía Laietana, también en obras. Estas se han coordinado con el corte de metro para permitir la circulación del transporte alternativo.