El 20 de marzo de 1972 se suprimió el servicio de metro entre las estaciones de Jaume I y Correus. Tenían que comenzar las obras de prolongación del túnel de la futura línea 4 en dirección a la Barceloneta. Era, sin embargo, el final de aquella estación, por la cual no volverían a circular trenes. Hoy hace 50 años que ningún pasajero valida el billete.

Construcción de la estación de Correus del Gran Metro / Foto: Archivo TMB

El 20 de febrero de 1934 comenzaba su breve historia. Se inauguraba oficialmente la estación de Correus, ubicada al final de la Via Laietana, entre la calle d’Àngel Baixeras y la plaza que entonces llevaba el nombre de Antonio López, justo frente al edificio de Correus. Para su construcción, como explica la Fundación TMB, se aprovecharon los túneles que se habían hecho en el año 1913 con motivo de la apertura de la Via Laietana, cuando aún no se había proyectado el trazado del metro en esta zona.

Cabina del jefe de estación y patio de taquillas en 1955 / Fotos: Brangulí (Archivo TMB)

En su origen, la decoración de la estación era muy sencilla, con las paredes enlucidas, pero en julio de 1946 fue dotada de luces fluorescentes, y fue la primera instalación pública que las tuvo en todo el Estado español. La estación tenía un solo vestíbulo en el lado sur y disponía de un acceso con escalera de piedra frente al edificio de Correus.

Letrero de la estación de Correus bajo un fluorescente en 1959 / Foto: Archivo TMB

Después de ser inaugurada, fue remodelada en dos ocasiones más, en 1949 para alargar los andenes y en 1956 para renovar la decoración de las paredes con azulejos de color gris metro, suelo de panot y techo pintado de blanco.

Obras de la prolongación del metro hacia la Barceloneta en 1972 / Foto: Puigfarran (Archivo TMB)

Las obras de construcción de la nueva línea 4 determinaron el cierre de la estación de Correus, ya que a principios de la década de los años setenta se decidió que habría que construir una nueva estación, la de Barceloneta, más cerca de la estación de Francia, que en aquellos momentos era uno de los puntos de conexión más importantes de la ciudad con otros países.

La antigua estación no desapareció del todo. El acceso se convirtió en un pozo de ventilación y las dos naves forman parte del túnel por donde pasan los trenes entre Jaume I y Barceloneta. 

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa