El precio del alquiler en Barcelona ya se ha consolidado como el gran factor de expulsión de vecinos de los barrios. Pero todavía más los alquileres de temporada, quedan fuera de la regulación de precios aprobada el 2023, de forma que los propietarios pueden poner el precio que quieran a un alquiler que tenga una duración inferior en el año. Un caramelo para los propietarios, que pueden sacar un rendimiento mucho más alto cambiando de inquilinos constantemente, y vallando el paso a los vecinos que quieren hacer raíces en el barrio. De hecho, a estas alturas uno de cada tres pisos de Barcelona son de alquiler de temporada y han crecido un 58% en los últimos meses, según datos del portal inmobiliario Idealista.
En el caso de la capital catalana, la celebración de la Copa América -del 22 de agosto al 20 de octubre- hará que hasta 2.000 personas vinculadas a esta competición de vela se instalen en la ciudad durante unos meses, especialmente en los barrios de la Barceloneta y el Gótico. Aquí, de hecho, ya se han disparado los alquileres de temporada pensados para los trabajadores y también los visitantes que vengan a ver la competición.
micropiso de 20 m²
El portal Idealista ofrece un supuesto chollo de alquiler de temporada en el barrio de la Barceloneta, en la calle Pontevedra: 20 m² -26 m² construidos- en un sexto piso sin ascensor. Se ofrece por 1.045 euros mensuales, con dos meses de fianza (2.090 euros), y con posibilidad de ocupar el piso entre 32 y 11 meses. Según la descripción, el piso también dispone de calefacción central y aire acondicionado, con más de una diminuta terraza contabilizada en estos 20 metros cuadrados. Cómo se puede ver a la imagen, en la terraza ni siquiera cabe una mesa entera.
En la habitación solo cabe la cama, ni una mesilla de noche, ni un armario, solo una pequeña cómoda y una lámpara enganchada a la pared. En el comedor tampoco hay lugar para una mesa estándar, hay dos taburetes y una pequeña mesa enganchada a la pared, que a la vez sostiene el televisor. También hay un pequeño sofá, prácticamente enganchado a la cocina, con un pequeño microondas, un horno y un fuego, una lavadora y una nevera. El baño es una pequeña ducha y una pica pequeña. Todo, en 20 m² que, eso sí, están cerca de la playa de la Barceloneta, el gran gancho para que alguien quiera pasar un año en esta caja de cerillas.
