El Ayuntamiento de Barcelona tendrá una nueva tasa de residuos en 2025. Lo confirman fuentes municipales al TOT. La Ley de Residuos y Economía Circular, que tiene que entrar en vigor en abril de 2025, obliga a «disponer de una tasa específica, diferenciada y no deficitaria». El consistorio ha incluido esta información en una respuesta en la que valora el aval del Tribunal Supremo a la tasa de recogida de residuos, impulsada en 2020 por el gobierno de Ada Colau, y que inicialmente fue tumbada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Con esta decisión, el Supremo anula la resolución del TSJC, de mediados de 2022, que había dejado sin efecto la tasa.

La nueva tasa de residuos tiene que permitir «implantar sistemas de pago por generación» y que «refleje el coste real de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de residuos», explican desde el Ayuntamiento. En la actualidad, a través del recibo del agua, la ciudadanía paga dos tasas de residuos, una de recogida, que es municipal, y una de tratamiento de residuos, que es metropolitana. Desde el departamento de prensa del consistorio no aclaran si la nueva tasa se cobrará también a través del recibo del agua y si esta sustituirá a las actuales. «Todo esto se está trabajando».

Grifo abierto de donde mana agua | Maria Aladern (Archivo)

El consumo de agua, como criterio

Ahora, desde el Ayuntamiento, se quiere dejar claro que la sentencia del Supremo confirma el criterio municipal según el cual se tiene que tener en cuenta el consumo de agua y el caudal nominal para calcular la tarifa de la tasa. La sentencia establece que «el consumo de agua depende, entre otros factores, del número de personas que habitan en un domicilio y su nivel de renta, y los dos son indicios explicativos, racionales y suficientes de la generación de residuos, tal como demanda el principio de quien contamina paga. De aquí que resulte razonable que se atienda el consumo de agua como criterio válido en la identificación de la producción de los residuos», dice un extracto de la resolución facilitado por el Ayuntamiento.

Unos 135,5 millones desde medios del 2020

La tasa de residuos fue aprobada en el pleno de febrero de 2020, con los votos favorables de la coalición de gobierno, -Barcelona en Común y PSC- y ERC. El resto de formaciones políticas -Junts per Catalunya, Ciutadans, Barcelona pel Canvi y PP- votaron en contra. Entró en vigor el 1 de julio de aquel mismo año. Desde entonces, la tasa ha permitido al Ayuntamiento ingresar unos 135,5 millones de euros, como ya avanzó este medio en octubre pasado, a razón de 15,2 millones (2020), 40,6 (2021), 40,2 (2022) y 39,4 (2023). La previsión para 2024 son algo más de 41 millones, según el presupuesto municipal.

El teniente de alcaldía de Economía Jordi Valls en rueda de prensa / ACN

Valls confía que Agbar retirará las otras demandas

Después de la sentencia del Supremo, el Ayuntamiento reitera que la tasa de recogida de residuos aprobada en 2020 era válida a todos los efectos. Recuerda que cuando fue anulada por el TSJC, en 2022, la tasa se modificó para “adaptarse a los requisitos técnicos que planteaba el TSJC”, a pesar de que esta sentencia ha sido finalmente anulada por el Supremo. La tasa no se ha dejado de cobrar nunca, ni siquiera los dos años que estuvo anulada. El teniente de alcaldía de Economía y Hacienda, Jordi Valls, dice “que la sentencia del Supremo, que confirma la validez de la tasa aprobada en 2020, crea inmediatamente doctrina”. Y confía en que “Agbar retirará las demandas interpuestas, con posterioridad, en 2022 y 2023″.

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