33 locales de manicura o pedicura han abierto en Barcelona desde el pasado julio, desde que, hace un año, el Ayuntamiento de Barcelona decretó la suspensión de licencias de este tipo de establecimientos en todo el distrito de Ciutat Vella, según los datos facilitados por el servicio de prensa del consistorio al TOT Barcelona.
De hecho, antes de la suspensión de licencias de Ciutat Vella, que se llevó a cabo el 5 de julio de 2024, el Ayuntamiento de Barcelona no tenía un epígrafe de actividad para negocios de manicura o pedicura como tal, y estos locales se englobaban en las peticiones de licencias de salones de belleza o similares. Fue después de la suspensión en los barrios del Raval, el Gòtic, la Barceloneta y Sant Pere, Sant Caterina i la Ribera que se decidió crear el epígrafe de salones de manicura o pedicura.
El Eixample es donde se han solicitado más licencias
Tal como recogen los datos facilitados por el Ayuntamiento, los locales de uñas habrían frenado su crecimiento en la ciudad, y su distribución no varía mucho de un distrito a otro, aunque el Eixample es el territorio donde se han solicitado más licencias, siete, entre la segunda mitad del 2024 y la primera mitad del 2025. No obstante, el balance municipal no incluye los negocios que pueden estar operando sin licencia ni los comercios que son también peluquerías.
Aparte del Eixample, en Sarrià-Sant Gervasi han abierto en este último año cinco negocios de manicura o pedicura, y en Gràcia, Horta-Guinardó y Sants-Montjuïc se han instalado cuatro en cada distrito. En Nou Barris y Sant Andreu, han levantado la persiana tres locales en cada uno; en Sant Martí, dos, y en les Corts, uno. En el conjunto de la ciudad, durante la segunda mitad del 2024 se solicitaron 16 licencias, y el primer semestre del 2025, 17.
La prohibición de abrir nuevos locales de uñas en Ciutat Vella fue acompañada de un veto a los establecimientos para el cultivo de cannabis y productos relacionados, y de carcasas, fundas y complementos para móviles. El objetivo de la suspensión de licencias se hizo para «evitar el monocultivo de actividad económica enfocada al visitante«, que ponía en riesgo la singularidad del comercio local de proximidad y, por tanto, la actividad económica propia de Barcelona, destacó el Ayuntamiento.
Un futuro plan de usos más restrictivo
Esta semana, el consistorio ha prorrogado la citada prohibición en todo Ciutat Vella y ha aprobado inicialmente un nuevo plan de usos para el distrito que será más restrictivo. Por otro lado, también se prolonga la suspensión de licencias para nuevas actividades y obras en la Rambla, con la excepción de los usos culturales, que ya no estarán vetados en el paseo más internacional de la ciudad.
