Cierra un restaurante de ‘Joc de Cartes’ por agotamiento de los propietarios

El barrio de la Bordeta, en el distrito de Sants-Montjuïc, pierde un restaurante de mucha calidad. Se trata del Mitja Galta(calle Constitució, 181), un establecimiento que abrió puertas apenas hace una década y que cada día ha ofrecido menús y carta de calidad a precio asequible. Un referente en el barrio, pero también conocido en todo el país, y es que en 2019 participó en el programa Joc de Cartes de TV3 en la categoría de menús por menos de 15 euros. Sus dos propietarios han anunciado en su web y en las redes sociales que han tomado la decisión de bajar la persiana el próximo sábado 23 de marzo. «Han sido 10 intensos años llenos de alegría y de emociones que nos han permitido, el más importante, conoceros y compartir grandes momentos. Infinitas gracias a todas las clientas y clientes que nos habéis acompañado en este camino, por vuestra confianza y todo el afecto que nos habéis demostrado», han escrito los propietarios, Xavier Insa y Eli Castellón, que de hecho, llegaron al mundo de la restauración provenientes otros sectores profesionales.

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Un sector que les ha agotado

El trabajo en un establecimiento de restauración es duro, aún más para una plantilla de 5 personas que ofrecen entre 60 y 70 menús cada día, además de la carta. Ellos mismos han explicado a Time Out que les ha agotado, en tener que compaginar no solo el trabajo del restaurante, sino la gestión de todo el que comporta un negocio, contabilidad incluida. «Hacer 70 menús en el día es un esfuerzo que ya no nos compensa después de 10 años», dicen Xavi y Eli, que son pareja más allá de la pareja gastronómica que también forman.

En todo caso, la intención de los dos propietarios es que su proyecto pueda tener continuidad con el traspaso del local a unos nuevos emprendedores que quieran mantener el negocio. Destacan que el local está en perfectas condiciones y que ellos mismos lo condicionaron. El día 23 de marzo ellos bajarán la persiana, pero el barrio de la Bordeta todavía tendrá la esperanza de no perder un restaurante de los de toda la vida y que alguien ose emprender la aventura.