Este martes se ha conocido el traspaso del hombre que se convirtió en el alma del bar Pinotxo de la Boqueria de Barcelona. Joan Bayén,
Su sobrino lo echó del bar el último día
Como relata el escrito, cuando, por fin, “Pinotxo” reunió el coraje necesario, pidió que se ejecutara aquello que tenía decidido desde hacía años. Él consideraba que su sobrino y familia no eran los sucesores adecuados y decidió escuchar las ofertas que venía teniendo por el bar desde hacía años. «Hay decenas, centenares de personas, testigos de lo que pasaba en la parada desde hacía años, especialmente en esta última fase de la relación. Y si nos vemos obligados, los llamaremos a testificar en los tribunales. La eterna sonrisa de Pinotxo, su alegría proverbial, su afabilidad, su natural bondad y su capacidad de dar servicio durante años, tenía la cara oculta de la angustia y tristeza que le generaba el trato que recibía».
En el documento los abogados explican cómo se trasladaron, a petición de Joan Bayén, en la parada de la Boqueria el 27 de octubre de 2022: «Allí vimos como su sobrino Jordi Asín “lideraba” una especie de revuelta contra “Pinotxo”, que quería continuar trabajando y bajaba cada día a su negocio, como había hecho durante toda la vida. Pues bien, el señor Asín y sus familiares habían salido de la barra, negándose a trabajar y a atender el público, para presionarlo para que se fuera del bar, el bar que había regentado y hecho célebre desde hacía décadas».
El relato es ciertamente triste, porque explica cómo Bayén fue adquiriendo «un aspecto deplorable, totalmente desconcertado». Aquel día, el equipo de abogados lo convenció para que saliera de la barra y lo trasladaron a la Asociación de Comerciantes. «Allá reposó, y después se trasladó a su casa. Este fue el último día de “Pinotxo” en su bar, su última vivencia: el espectáculo del señor Asín echándolo de su negocio», relata el documento al cual ha tenido acceso el TOT.
Final triste, pero según el despacho de abogados, previsible, porque su cliente vivía una situación «de angustia y secuestro emocional» trabajando en el bar Pinotxo. “Se ponía en contacto con nosotros puntualmente para referirnos la situación en el bar, entre lágrimas, y se quejaba amargamente del maltrato que recibía por parte de los familiares que trabajaban en su negocio”, dice el escrito.
Intento de usurpación de la marca ‘Pinotxo’
Pero esto no es todo, el despacho de abogados también habla de un intento de usurpar el negocio de Joan Bayén por parte de sus familiares, en concreto, acusan su sobrino de tener una estrategia para secuestrar el negocio y el patrimonio del tío. En este sentido, el gabinete jurídico asegura que cuando hicieron los requerimientos para pedir información sobre la sociedad, descubrieron que eb noviembre del 2011 el sobrino había registrado la marca Pinotxo Bar a su nombre, poniendo su domicilio particular como sede de la marca. Pero todavía más, y es que relatan que cuando negociaban con Asín para liquidar «de forma pacífica» la sociedad gestora y para que Bayén recuperara la marca, el sobrino engañó los medios de comunicación presentándose cómo el heredero legítimo del legado de Juanito.
