Ya es habitual que la fachada de la Casa Batlló coja todo el protagonismo del paseo de Gracia. Por Sant Jordi, teñida de arriba abajo con rosas, acaparó un año más la mirada de todos los turistas. Y este viernes, tres cuartos del mismo. Hasta 65.000 personas, según la organización, se han parado ante el edificio de Gaudí para vivir un nuevo espectáculo de luces. Es más, entre las 21.30 y las 23.30 horas se ha tenido que cortar la esquina del paseo de Gracia con Aragón, para que los espectadores pudieran disfrutar con tranquilidad del ‘mapping’.
Este año, el espectáculo ha servido para inaugurar la exposición Digital Impact. La Casa Batalló ha querido demostrar que el mundo físico, en este caso el edificio de Gaudí, y el digital pueden encontrarse a través del arte. Según apuntan desde el emblemático monumento, este espectáculo sirve para cumplir uno de los objetivos de la casa: contribuir al sentimiento de pertenencia de la ciudad desde la riqueza cultural y patrimonial.
Reformas en la Casa Batlló
Mientras el exterior de la Casa Batlló vuelve a iluminarse, el interior del edificio avanza en su reforma. El vestíbulo principal recuperará el estuco original de las paredes y el techo, que tendrán un color más cálido que ahora, puesto que las catas han salido de un color más tostado, más dulce. Según apuntan desde el equipo de restauración en la misma web de la Casa Batlló, después se incorporarán todas las manchas que puedan salir de las diferentes tonalidades, que darían más volumen.
El reto es que la restauración no impida la visita de los turistas. En todo caso, desde el equipo de restauración se está animando a organizar visitas un poco diferentes que permitan ver los trabajos de la reforma como un añadido. El equipo cree que es único poder disfrutar del estuco original que tenía la familia Batlló al vestíbulo original.
