Polémica en el barrio de la Vila Olímpica de Barcelona. El Ayuntamiento ha retirado esta semana los palos de las banderas olímpicas instalados para los juegos del 92, en el parque del Port Olímpic. Fuentes municipales explican al TOT Barcelona que las astas se han retirado «por seguridad, hay riesgo de caída o rotura». El presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, Jordi Giró denuncia que nadie les ha consultado y opina que los palos estaban en buen estado.
Los palos se han sacado a lo largo de esta semana. Este sábado por la mañana, los operarios todavía los estaban cargando, cortados, en remolques después de poner plásticos en el interior de los tubos, como se puede ver en la imagen inferior. El Ayuntamiento informó este viernes que se habían eliminado aproximadamente una veintena. Giró, en cambio, asegura, que no queda ninguno. «Son más de 150, 81 en un lado y 76 en otro. Ocupaban unos 400 metros lineales del parque en dos filas frontales». Tras la publicación de esta información, el consistorio ha admitido que se han sacado todos por razones de seguridad. En un futuro, se decidirá si se reponen o se repiensa que se hace en esta parte del parque.

Los palos aguantaron durante el temporal ‘Gloria’
Cuando vio que los palos se estaban sacando, la entidad vecinal pidió explicaciones al distrito de Sant Martí. El gerente Josep Garcia Puga dijo a Giró lo mismo que el servicio de prensa comentó al TOT, con el añadido de que en los últimos años habían caído tres. Ahora, el distrito afirma que ha recibido quejas por el estado de los palos y, después de las comprobaciones de los servicios técnicos, decidió retirarlos. Giró reitera que la gran mayoría estaban en buen estado. También recuerda que hace cuatro años, la ciudad vivió el temporal

Giró dice que los palos forman parte del patrimonio de la ciudad y recuerda que el alcalde Pasqual Maragall nunca quiso sacarlos. Además de los juegos olímpicos, los palos se volvieron a utilizar cuando Barcelona acogió una cumbre del Mediterráneo con Felipe González de presidente del Gobierno español. El parque del Port Olímpic se extiende desde la calle del Doctor Aiguader hasta el parque de la Nova Icària por encima de la ronda del Litoral. Se construyó durante la importante renovación de la fachada del frente marítimo de la ciudad para los JJOO. Entre los elementos arquitectónicos que incorpora destacan la escultura del pintor Robert Llimós (en la imagen principal), llena de colores, que hizo en recuerdo de su hijo, Marc, muerto en accidente de coche, y una figura de bronce de la mascota Cobi, creada por Xavier Mariscal. En medio del parque, la plaza de los Campions, con las placas de los medallistas del 92 y las huellas de deportistas ilustres, está abandonada por el Ayuntamiento desde hace años. En varias ocasiones, estos recuerdos de los juegos del 92 han sido robados. Algunas placas y huellas no se han repuesto y el resto son copias. «No queda ni la placa de bronce de la inauguración con el nombre del alcalde Maragall», concluye el presidente de la asociación de vecinos.

