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Gabriel Gómez, el recuerdo truncado de un padre en la Model

Esta no es la historia de una vida. Es el relato de dos vidas que confluyen en la figura de Gabriel Gómez. La primera es la de uno de los tantos niños huérfanos de la posguerra que lograron sobrevivir en pleno franquismo y hacerse un lugar en este mundo a base de trabajar duro. La segunda arranca a partir de la jubilación de este personaje y retoma un impulso que había quedado durante más de cuatro décadas guardado en un cajón. Uno de los recuerdos más claros que este hombre de 82 años conserva de su padre es de cuando tenía solo cinco años y lo fue a ver a la prisión de la Model. «Las visitas se hacían en la sala de comunicación, donde había decenas de personas todos gritando a la vez para hacerse entender», rememora en una conversación con el TOT Barcelona. Helios Gómez (Sevilla, 1905 – Barcelona, 1956) fue encarcelado en 1948 sin juicio ni sentencia. No era la primera vez que pasaba por el centro penitenciario del Eixample. Ya lo había hecho solo dos años antes en unas circunstancias similares, únicamente por su militancia sindical y política. Con la madre muerta por tuberculosis a los 27 años, padre e hijo llevaban solo un año viviendo juntos cuando recibieron la visita que desencadenaría este segundo encarcelamiento.

«El entonces ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco, le propuso que se pasara al sindicato del Régimen. Necesitaban gente acostumbrada a dirigirse a los trabajadores y llamaron a la puerta de muchos miembros de la CNT. Mi padre no aceptó y se molestaron mucho. Dos días después se lo llevaron«, explica el hijo, que se quedó a cargo de los abuelos maternos. El prisionero cumplió dos años de internamiento, pero, cuando por fin consiguió la libertad provisional, su expediente fue a parar «debajo de la pila», de manera que se quedó cuatro años más. Salió de la Model en 1954. «Cuando vino a verme, pensaba que volveríamos a vivir juntos, pero me dijo que primero tenía que encontrar un trabajo. Estaba muy afectado de salud y solo duró dos años. Lo hicieron morir con 51 años«, asegura. El fallecimiento de su progenitor marca el inicio de este punto y aparte en la vida de Gabriel. Durante buena parte de su existencia, el hombre vivió ajeno a la figura del padre, que había quedado desdibujada y convertida en poco más que una sombra. No fue hasta los ochenta que el interés por el personaje revivió, convirtiéndose casi en una obsesión. «Había encontrado rastros suyos en los Encants, libros que tenían dibujos suyos. Cuando me jubilé, pude detenerme a pensar qué había hecho mi padre. Hasta entonces me había dedicado a vivir y, en cierta manera, lo había olvidado», reconoce.

El magnífic cartellista i sindicalista Helios Gómez en una imatge d'arxiu / Associació Cultural Helios Gómez
El magnífico cartelista y sindicalista Helios Gómez en una imagen de archivo / Asociación Cultural Helios Gómez

Así nació la cruzada por dignificar a Helios Gómez, un dibujo y cartelista magnífico y una de las muchas voces disonantes con el régimen franquista represaliadas por motivos políticos. Su amplio recorrido como activista libertario y la reivindicación de sus orígenes gitanos habían quedado silenciadas por el paso del tiempo y su obra había acabado diseminada por archivos, colecciones privadas y mercadillos de diferentes puntos de Europa. Durante casi tres décadas, Gabriel se ha dedicado a recopilar estas piezas mientras recogía los testimonios de diferentes personajes que o bien coincidieron con su padre o bien conocían su historia. Una de estas entrevistas fue con el antiguo militante del POUM Joan Rocabert, que compartió estancia en la prisión con el artista y sindicalista. Durante aquella conversación, fue la primera vez que el hijo de Helios escuchó hablar de la capilla gitana, un oratorio que su padre había pintado mientras estaba recluido en la Model en la primera de las celdas de la cuarta galería, la de los condenados a muerte. En 1985, cuando el centro todavía estaba en funcionamiento, la pudo visitar por primera vez e hizo unas fotografías que durante años serían la única prueba de la existencia de la obra fuera de los muros. Después de ser repintada en 1998 en una decisión ampliamente cuestionada de la entonces consejera de Justicia, Núria de Gispert, la capilla volvió a ver la luz la semana pasada, poniendo fin a un ostracismo que se ha alargado 27 años.

Aspecte actual de la capella gitana de la Model després de treure la capa que la tapava / A.R.
Aspecto actual de la capilla gitana de la Model después de quitar la capa que la cubría / A.R.

Del orfanato al redescubrimiento de Helios

La recuperación de la capilla gitana es un hito monumental, sobre todo si tenemos en cuenta que Helios Gómez fue prácticamente un desconocido incluso para su propio hijo hasta que este cumplió los cuarenta. A raíz de la muerte de su padre, Gabriel acabó internado hasta los 13 años en la Ciudad de los Muchachos, un orfanato de Collserola de reputación discutida. «Mi abuela decía que así al menos me darían de comer cada día, pero allí también pasábamos hambre. Como estábamos en pleno bosque, dividíamos las cosas entre lo que se podía comer -roedores, aves, moras, higos…- y lo que no. Era todo un poco salvaje», admite. Se puso a trabajar con 14 años y estudiaba por la noche para presentarse por su cuenta a los exámenes. Su primer trabajo fue en el estudio Orphea Films de Montjuïc, que entonces estaba rodando El último cuplé, con una «guapísima» Sara Montiel de protagonista. Poco después de morir la abuela, el joven huérfano entró en la Escuela Industrial para estudiar ingeniería mientras trabajaba en varios empleos. Su formación se vio interrumpida por el servicio militar obligatorio. Se apuntó al grupo de los paracaidistas, porque cobraban 600 pesetas en lugar de las 15 del resto de unidades, y fue a parar a Murcia. Allí pudo explotar una de las frases que recordaba vívidamente de su padre: «Dibujar es muy fácil, solo tienes que seguir con la mano la línea que te marca la imaginación». Se convirtió en el dibujante de la compañía, lo que le permitía disfrutar de algunos permisos y salir del cuartel.

Documentació que conserva a casa seva en Gabriel Gómez, fill del magnífic cartellista i sindicalista Helios Gómez, autor de la capella gitana de la Model / A.R.
Documentación que conserva en su casa Gabriel Gómez, hijo del magnífico cartelista y sindicalista Helios Gómez, autor de la capilla gitana de la Model / A.R.

Cuando regresó a Barcelona, la necesidad de «trabajar y vivir» lo llevó a dejar los estudios, una decisión de la que se ha arrepentido «toda la vida». Pasó por multitud de empresas y patentó un sistema de fichas de control para la organización interna de negocios que se vino abajo con la llegada de los primeros ordenadores. Durante su etapa más prolífica, se dedicó al montaje de oficinas, llegando a trabajar para la Generalitat y grandes firmas de renombre internacional. Se jubiló anticipadamente y entonces emprendió la aventura de recuperar la memoria de su padre. «De no tener ninguna noción, comencé a entender que había sido una figura muy interesante que había dejado un buen recuerdo en todas las personas con las que me entrevisté», recuerda, subrayando que la colección de obras está actualmente en manos del MNAC y la documentación se va enviando por tandas a la UB a través de la Asociación Cultural Helios Gómez. Con los primeros cantos de sirena sobre el cierre y recalificación de los terrenos de la Model a finales de los noventa, contactó con el equipo de la consejería de Justicia del momento para pedir la preservación de la capilla. Le respondieron que, como el resto de celdas, esta había sido pintada y repintada por motivos de higiene, eliminando de paso uno de los obstáculos para la transformación de la prisión en viviendas. «Eso me ofendió, pero entendí que si quería salvar el contenido, que para mí era la capilla, tenía que salvar el continente, es decir, la Model. La antigua prisión es patrimonio y parte de nuestra historia. Pocas familias habrá que no hayan tenido un pariente encarcelado por causas políticas», apunta Gabriel.

Documentació que conserva a casa seva en Gabriel Gómez, fill del magnífic cartellista i sindicalista Helios Gómez, autor de la capella gitana de la Model / A.R.
Documentación que conserva en su casa Gabriel Gómez, hijo del magnífico cartelista y sindicalista Helios Gómez, autor de la capilla gitana de la Model / A.R.

El hijo de Helios Gómez encontró en la asociación SOS Monuments el aliado perfecto para reivindicar la preservación de la estructura, destinándola a equipamientos y zona verde, en contra del modelo que planteaba construir cerca de 22,000 pisos. Montaron una plataforma ciudadana y comenzaron a manifestarse el primer lunes de cada mes. La presión funcionó y se dio el primer paso para la conservación del recinto con su catalogación. El cambio en el gobierno municipal dejó en punto muerto tanto el proyecto urbanístico como la recuperación de la capilla. Se reactivó tímidamente después del cierre de la Model en 2017, pero hasta finales de 2024 no se dio el paso definitivo para restaurar al menos el oratorio pintado por el artista. Tras un proceso “lentísimo” y mucho más difícil de lo que esperaban inicialmente, los técnicos del Centro de Restauración de Bienes Muebles de la Generalitat de Catalunya (CRBMC) lograban recuperar prácticamente la totalidad de la escena y presentaban los primeros resultados la semana pasada. «Estoy más contento que un regaliz. Se ha tenido que dar una conjunción planetaria, con los socialistas en el Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento, para conseguir recuperar la capilla. El día de la inauguración quería mantener la compostura, pero no pude evitar emocionarme. Es el colofón a 30 años de trabajo y les estoy muy agradecido porque han liberado a Helios de su secuestro», remarca Gabriel.

En Gabriel Gómez, fill del magnífic cartellista i sindicalista Helios Gómez, fotografiat a casa seva a Montgat / A.R.
Gabriel Gómez, hijo del magnífico cartelista y sindicalista Helios Gómez, fotografiado en su casa en Montgat / A.R.

Una primera victoria que acerca la Model a su renacimiento

La cruzada, sin embargo, no termina aquí. El hijo del artista continuará luchando de la mano de SOS Monuments y otras agrupaciones hasta que la Model se convierta en un nuevo epicentro cultural y de memoria, haciendo valer la popularísima frase acuñada por el filósofo madrileño George Santayana: «Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo». Para ello, proponen convertir la cuarta galería en una exposición permanente dedicada a los grandes cartelistas y al Sindicato de Dibujantes Profesionales de Cataluña, fundado por el mismo Helios Gómez en 1936 y que contaba entre sus filas con autores del calibre de Carles Fontseré o Josep Bartolí. En cuanto al resto de espacios del gigantesco recinto, plantean albergar una biblioteca especializada en la represión durante la Guerra Civil y la posguerra, un rincón para la proyección de películas temáticas, salas para usos sociales y un gran parque «de la Libertad».

Un dels cartells obra de l'artista i sindicalista Helios Gómez que es conserven en el MNAC / MNAC
Uno de los carteles obra del artista y sindicalista Helios Gómez que se conservan en el MNAC / MNAC

A pesar del paso adelante que supondrá la declaración como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) de la capilla gitana, tal como anunció la semana pasada la consejera de Cultura, Sònia Hernández, Gabriel se muestra aún prudente y apremia a las diferentes administraciones implicadas a abordar de una vez por todas el blindaje y transformación de la Model. «Ahora solo falta que no hagan pisos, que se derriben los muros que rodean las galerías, que se abran unos jardines en torno a un centro de cultura con equipamientos para el barrio y las entidades… No sé si llegaré a verlo, pero me parece algo elemental para la ciudad», concluye.

Espacios de la antigua prisión Model donde estuvo los últimos momentos de vida Salvador Puig Antich / Jordi Play

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