Las obras de reforma de la Via Laietana están siendo especialmente prolíficas desde el punto de vista arqueológico. Este jueves ha vuelto a aparecer un nuevo esqueleto de la época romana en la plaza de Antoni Maura, el mismo lugar donde ya se encontró la semana pasada otra tumba romana con un esqueleto adulto de un hombre de entre 30 y 65 años a su interior. Según ha avanzado
El director de intervención arqueológica y responsable de estos trabajos en la plaza de Antoni Maura, Joan Garriga, ha explicado que en este caso será difícil poder determinar con rotundidad si este segundo esqueleto encontrado pertenecía a un hombre o a una mujer porque no se ha podido recuperar la pelvis, un factor clave para determinar el sexo en hallazgos de este tipo. En cuanto a la época, Garriga apunta que -a la espera de nuevas pruebas que completen este primer análisis preliminar- el cuerpo podría datar del siglo V, VI o incluso VII dC.

En este sentido, los arqueólogos que están trabajando en este espacio que se abre en medio de esta arteria de la capital catalana no esperan encontrar más tumbas de este tipo porque ya han llegado hasta la capa que se denomina terreno geológico, aquella parte de el subsuelo que es ya es «natural» y dónde «no puede haber vida humana».

Encajado entre un pozo y un silo
Hay que recordar que el primero del dos esqueletos que fue encontrado la semana pasada es del siglo V dC y estaba ubicado en un pequeño espacio encajado entre un pozo y un silo medievales, dos construcciones que casi estuvieron a punto de destrozar el cuerpo. De hecho, las dos prospecciones le seccionaron la parte inferior de las dos piernas y también un trozo del brazo derecho.