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El día que la Torre del Rellotge estuvo a punto de quedarse sin hora

La Torre del Rellotge está un paso más cerca de los barceloneses. El Puerto de Barcelona presentaba esta semana el nuevo paseo que conecta la Barceloneta con este edificio emblemático y la nueva Llotja de Pescadors, inaugurada el pasado mes de mayo. Desde la urbanización de esta parte de las instalaciones portuarias, la construcción -que data del 1772 y puede presumir de haber sido el primer faro de la ciudad– había quedado completamente aislada dentro del recinto cerrado del Port Vell. Por tanto, la reapertura del acceso a esta torre reconvertida en reloj a principios del siglo XX supone un avance importante para volver a acercar esta icónica de la Barcelona marítima a los ciudadanos como antaño.

La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:
La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:

Pocos conocen, sin embargo, que el destino original del aparato que preside esta edificación inicialmente era otro. Es decir, la Torre del Rellotge podría haberse quedado sin una hora para mostrar a sus visitantes hace poco más de un siglo. Cuando se terminó de construir la nueva sede de la Capitanía Marítima después de derribar la antigua como parte de la ampliación del recinto, la autoridad portuaria había decidido trasladar este reloj al flamante inmueble para que fuera la cara visible. Sin embargo, un cambio de opinión a última hora terminó dinamitando la operación. Las agujas se quedaron en el lugar donde se habían ubicado de manera provisional y tal como las había montado Josep Besses, relojero de la Real Academia de las Ciencias y el artífice del sistema de engranajes y cuatro esferas que en 1912 sustituyó la cámara del faro.

La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:
La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:

Un segundo engranaje y el espacio ‘prohibido’

Con motivo del 250 aniversario de la Torre del Rellotge, el año 2022 se llevó a cabo una profunda restauración tanto del edificio en sí como del segundo mecanismo que hacía funcionar el aparato, que luce en estos momentos expuesto justo en el vestíbulo de la construcción. Este reloj es obra de Manufacturas Blasco, una empresa especializada con sede en la localidad de Roquetes (Baix Ebre) que se fundó en 1921. Según la información facilitada por la autoridad portuaria, las referencias y similitudes encontradas con otros mecanismos de la misma época y de la misma compañía indican que se fabricó y colocó alrededor de 1960 o antes.

Este segundo entramado de engranajes será uno de los grandes atractivos de la torre cuando esta comience a abrirse al público para visitas. Tanto la entrada como el primer piso, que da a un balcón que permite tener una vista panorámica de 380 grados del recinto del Port Vell, ya han sido habilitados para poder acoger visitantes y solo están pendientes de conseguir la correspondiente licencia municipal para llevar a cabo algunos últimos retoques que garanticen su apertura con seguridad. El público, sin embargo, tendrá que conformarse con estos espacios. Según pudo constatar el TOT Barcelona, la parte superior de este faro, un espacio prácticamente translúcido donde se encuentra el mecanismo que hace funcionar el reloj, no está habilitado para ser visitado. El último tramo de la escalera de caracol es muy estrecho y no permitiría garantizar la seguridad de las personas que subieran, así que de momento permanecerá cerrado al público.

La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:
La Torre del Rellotge del Port de Barcelona ya está accesible a la ciudadanía / A.R:

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