Los refugios antiaéreos son parte fundamental de la historia de la ciudad de Barcelona. Los bombardeos que cayeron sobre la capital de Cataluña durante el alzamiento militar español del 36 que causó la Guerra Civil hicieron que Barcelona se llenara de refugios en todo la capital catalana. Algunos construidos por el mismo población civil y otros por la administración ayudaron al hecho que la población barcelonesa quedara segura protegida de las bombas del fascismo. Muchos años más tarde se han ido recuperando los refugios, no como lugar donde estar seguros, sino como ejercicio de memoria, claros ejemplos son los de Montjuic o el de la plaza del Diamante.
Ahora Barcelona busca proteger el patrimonio de estos refugios. La Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes un plan estratégico para preservar este patrimonio y, según ERC -quien ha propuesto este plan- «busca la dignificación y puesta en valor de la autoorganización civil y popular ante la opresión fascista». Los republicanos quieren que se documente, conserve y haga valer los vestigios de la Guerra Civil al subsuelo de Barcelona, un subsuelo que cuenta con un total de 1.400 refugios antiaéreos conservados y que ejemplifiquen la planificación y la ingeniería de la población catalana de la época, unos hechos que a parecer de ERC, hacen que sea un patrimonio histórico material que hay que estudiar y analizar.

El Ayuntamiento tiene un plazo de tres meses para empezar a redactar el plan estratégico e incluirá la inspección, documentación y catalogación de los refugios antiaéreos existentes de la ciudad de Barcelona, poniendo el foco sobre aquellos que son de titularidad privada y que necesitan trabajos de restauración. El Ayuntamiento de Barcelona habilitó en 2021 un mapa sobre los refugios antiaéreos de Barcelona.