Barcelona abre el Palacio del Marqués de Alfarràs, en el Laberint d’Horta después de dos años de obras y una inversión de 4,7 millones. El Palacio del Marqués de Alfarràs es un espacio patrimonial con más de mil años de historia y está catalogado como bien cultural de interés local, aunque la Torre Sobirana, que data del siglo XI, tiene la catalogación de bien cultural de interés nacional.
Desde este domingo, el Ayuntamiento inicia una serie de visitas al Palacio del Marqués de Alfarràs para dar a conocer esta joya patrimonial a la ciudadanía. Las visitas se realizarán los domingos y los miércoles, a las 10.30 y a las 12.00 horas, hasta el mes de enero. La entrada es gratuita, pero es necesario que los interesados se inscriban previamente en este enlace [ver aquí].
Un edificio en ruinas
A pesar de ser un edificio protegido, el edificio llevaba décadas en ruinas, «con cubiertas caídas, goteras y el interior completamente derrumbado», explicó este viernes la directora de Parques y Jardines del Ayuntamiento Izaskun Martí. Las obras han permitido consolidar la estructura del edificio y rehabilitar toda la fachada exterior, conservando las características más destacables.

La historia del inmueble se remonta al siglo XI, cuando solo era una torre de vigilancia. Después de sufrir numerosas modificaciones, en el siglo XVIII Joan Antoni Desvalls, Marqués de Alfarràs, comenzó a construir el palacio existente en la actualidad y los jardines del laberinto.
Por el momento, aún no está claro qué uso se dará al palacio, que es propiedad del Ayuntamiento desde el año 1968. Según el uso que se le dé, será necesario rehacer las instalaciones eléctricas y de agua y colocar un ascensor. Por ahora, el edificio acoge desde 1993 el centro de formación El Laberint, que imparte cursos y talleres de jardinería, agricultura y biodiversidad y tiene una biblioteca especializada en el ámbito de la jardinería.

10 hectáreas de jardines
Además del Palacio del Marqués de Alfarràs, el Laberint d’Horta destaca por sus jardines. Se trata de un conjunto de espacios de diversas épocas y estilos, con una extensión de más de 10 hectáreas distribuidas en tres niveles escalonados, en el más bajo es donde se encuentra el laberinto de cipreses recortados, actualmente en rehabilitación. El parque recibe cada año unos 250.000 visitantes.
La restauración permitirá plantar un total de 2.211 nuevas unidades de ciprés con una altura de entre 150 y 175 centímetros en todo el recorrido. Además de la recuperación vegetal del jardín histórico, se mejorará el drenaje del suelo y se renovará todo el sistema de riego para hacer un uso más sostenible de los recursos hídricos.