Novedad en el MNAC. El museo ha estrenado una escultura sonora que presidirá la Sala Oval hasta el próximo 3 de septiembre: ‘Trenza’, de la artista Laia Estruch. Se trata de una escultura consta de varios tubos hinchables trenzados que tienen un diámetro de 2,2 metros y una longitud de 35 metros.
Tal como ha explicado el museo, la escultura se activa cada hora en un punto con una pieza musical producida con la colaboración de Xavi Lloses. En cuanto al significado de ‘Trenza’, Estruch ha indicado que representa “un sistema de circulación que parte de la morfología del llamado plexo —del latino ‘trenza’—, la red ramificada de vasos o nervios dentro del cuerpo humano». El contexto donde se expone, también va en consonancia con este significado. “En este espacio intermedio, dentro del museo y dentro de la ciudad de Barcelona, las personas funcionan como el flujo sanguíneo del edificio», ha detallado Estruch. Por otro lado, el artista también se ha inspirado en el estudio de la arquitectura de los circuitos automovilísticos, los circuitos de atletismo, los parques de atracciones y los recorridos creados a los subsuelos de las ciudades para canalizar el agua o el gas.
Nueva escultura de Plensa
A finales de marzo se estrenó ante la Pedrera una nueva obra de Jaume Plensa. La pieza se colocó con motivo de la inauguración del pasado 31 de marzo de la exposición ‘Jaume Plensa. Poesía del silencio’, que tuvo en el icónico edificio diseñado por el arquitecto Antonio Gaudí. La previsión era que la muestra contara con un total de ocho estructuras de gran formato que se distribuyeron entre la azotea, las buhardillas, los patios y la fachada de la Pedrera, buscando un diálogo y contacto constante entre las obras y el edificio. Por otro lado, la exposición sirvió para presentar en sociedad un centenar de piezas más pequeñas y “poco vistas” que tenían como hilo conductor principal la relación de Plensa con disciplinas y ámbitos como la literatura o la poesía y con conceptos como la familia o la belleza.