El Ayuntamiento de Barcelona y los cuerpos policiales de la ciudad incrementan la vigilancia para la fiesta de Año Nuevo, con espectáculo pirotécnico, en Maria Cristina. La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra han diseñado un nuevo dispositivo de seguridad para evitar que accedan a la celebración objetos peligrosos -botellas de vidrio, latas, patinetes eléctricos u otros ítems prohibidos-. La avenida será el punto caliente de la velada, después de que se concentraran más de 120.000 personas la última noche de 2023. El control de acceso se situará en las Torres Venecianas, y contará con el apoyo de agentes de seguridad privada. Los Mossos d’Esquadra aportarán, además, palas de detección de metal. También se activará el servicio de drones de Protección Civil, como ya se hizo durante el piromusical de la Mercè. Solo se podrá acceder por esta entrada, ya que no se permitirá la entrada ni desde Rius i Taulet ni desde Francesc Ferrer i Guàrdia.
Por otro lado, el Ayuntamiento reforzará los servicios de limpieza con 81 operarios y 32 vehículos adicionales durante las celebraciones. Solo en Maria Cristina, se desplegarán 45 operarios y 17 vehículos; mientras que el resto cubrirán las convocatorias en Ciutat Vella, el Eixample y Gràcia. Más allá de la concentración principal, los cuerpos policiales aseguran que monitorizarán las redes para «detectar otras convocatorias» multitudinarias en varios puntos de la ciudad. En este sentido, subrayan la vigilancia de las fiestas para garantizar el descanso de los vecinos donde haya especial afluencia. Para lograrlo, ya hace semanas que realizan inspecciones en locales públicos, en busca de posibles ruidos molestos, excesos de aforo o venta de bebidas alcohólicas a menores o fuera de los espacios autorizados. Finalmente, se reforzarán los controles de alcoholemia y sustancias estupefacientes para garantizar la seguridad vial durante las fiestas y en las horas posteriores y evitar accidentes.

Vigilancia contra las violencias sexuales
Además de la seguridad vial, la Guardia Urbana prepara también itinerarios seguros para salir de los locales de ocio nocturno y llegar a las paradas y estaciones de transporte público. Según apuntan los agentes, el objetivo de estos accesos es la prevención de violencias sexuales en el espacio público. Así, los dispositivos estarán especialmente enfocados en los puntos más susceptibles a este tipo de agresiones. También se aplicarán estrategias de «patrullaje activo» para asegurar la vigilancia de los puntos conflictivos, en contacto con los equipos de vigilancia de los mismos establecimientos.
Acceso al transporte público
Como en la mayoría de grandes festividades en la ciudad, Transports Metropolitans de Barcelona mantendrá activo el servicio de metro durante toda la noche de manera ininterrumpida. La oferta ampliada de transporte público complementa la vigilancia en carretera para asegurar una movilidad sin sobresaltos después de una noche de celebración. Así, las autoridades buscan «facilitar los desplazamientos rápidos y seguros» sin riesgos en el marco del dispositivo. Desde las paradas de metro más cercanas a Maria Cristina, el personal de atención del metro regulará los flujos de pasaje para evitar aglomeraciones en las estaciones.