Cinco meses después de la inauguración de la reforma de la Via Laietana, las cámaras que deben controlar el tráfico de subida, por el único carril de uso restringido que hay, todavía no se han activado. Inicialmente, el Ayuntamiento comunicó que sería después del verano cuando se pondrían en marcha, pero ha comenzado el mes de diciembre y el sistema de lectura de matrículas no ha entrado en funcionamiento. La circulación en sentido ascendente de la arteria se restringe al transporte público (buses de TMB y taxis) y a los vecinos de los barrios de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, la Barceloneta y el Gòtic. También pueden utilizar el carril titulares y usuarios de aparcamientos y clientes de talleres y hoteles de los barrios de Sant Pere y el Gòtic, así como los conductores de vehículos de mercancías que se hayan dado de alta en la aplicación SPRO en horarios determinados. Pero, ahora mismo, sin las cámaras activadas, todo el mundo puede usar el carril.
Fuentes municipales no han detallado al TOT Barcelona cuándo se activarán las cámaras y sobre este aspecto se limitan a decir que ya se comunicará. En estos momentos se están acabando de cerrar los detalles de los trámites que deben hacer las personas autorizadas a circular en sentido ascendente por la Via Laietana, entre la plaza de Correus y la plaza de Urquinaona, y antes de poner en funcionamiento el sistema de control se hará una campaña informativa con suficiente antelación para realizar el trámite. Así, sin las cámaras que leen las matrículas, la realidad es que no hay restricciones de tráfico y el carril de subida de la Via Laietana lo puede utilizar quien quiera a menos que haya un control específico por parte de la Guardia Urbana.
Veto inicial a los vecinos del Gòtic para circular
A finales de junio, cuando terminó la reforma integral de la Via Laietana, después de tres años de obras, el consistorio prohibió que los vecinos y comerciantes del Gòtic pudieran circular en sentido de subida, mientras que sí se permitía a los residentes de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. «Es un agravio», subrayó a principios de julio al TOT la gerente del eje comercial Barnacentre, Isabel Rodríguez. Dos semanas después, la polvareda que había levantado el veto llevó al Ayuntamiento a decir que los vecinos del Gòtic podrían circular en sentido ascendente de manera inmediata. El concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, justificó la apertura de la circulación así: «La evaluación del comportamiento del tráfico ha confirmado que la vía tiene suficiente capacidad para permitir este acceso». Batlle dejó la puerta abierta a la posibilidad de que se pudieran introducir más cambios.
Los vehículos no autorizados podrán ser multados
Recientemente, el consistorio ha enviado a algunas entidades y vecinos un comunicado en el cual se informa de qué colectivos estarán autorizados a subir por la calle con sus vehículos en el momento en que las cámaras de control de tráfico se activen. El resto de usuarios, si utilizan la calle en sentido ascendente, podrán ser multados. El texto añade que el listado de vehículos autorizados se podrá revisar una vez comprobado cómo funciona la restricción de tráfico en la Via Laietana.
En concreto, se permitirá el uso del carril a aquellos vehículos vinculados a «personas con discapacidad», pero solo en los casos en los que la matrícula esté relacionada a «una licencia de ocupación de reserva nominal de estacionamiento de vehículos para personas con discapacidad autorizada por el distrito de Ciutat Vella». Esta autorización también es para el mismo colectivo del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
Los empadronados y las personas que dispongan de aparcamiento
Por otro lado, el Ayuntamiento permitirá circular en dirección a Urquinaona a aquellos vehículos de personas mayores de edad empadronadas en una vivienda del Gòtic, Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera y, en este caso también, de la Barceloneta. En estos casos, los vehículos podrán ser propiedad de la persona solicitante o de una empresa, entre otros supuestos. También podrán subir por Via Laietana los ciudadanos que aunque no estén empadronados en ninguno de los barrios mencionados, pero dispongan de un aparcamiento en el Gòtic o en Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
Además, la autorización municipal prevé que puedan circular también los vehículos de personas que sean autorizadas por un establecimiento para dirigirse a los aparcamientos situados en los barrios del Gòtic y de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, así como los coches de clientes de hoteles, hostales y pensiones de los dos barrios anteriores, pero solo en el caso de que el consistorio dé permiso a las peticiones que haga el hotel.
Dos carriles de bajada y uno de subida
La pacificación de la Via Laietana ha supuesto una reducción de los carriles de circulación para dar prioridad al peatón, el transporte público y la bicicleta. Tras la reforma han quedado dos carriles de circulación de bajada y uno de subida. Antes, la calle tenía cinco. De los dos carriles en sentido descendente, uno es compartido por buses (V15, 47 y 120), taxis y bicicletas, y el otro es para vehículos privados. Y de subida ha quedado un único carril de circulación de uso restringido solo para el transporte público, vehículos autorizados -caso de los vecinos del Gòtic y Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, entre otros- y un carril bici. El carril de bajada compartido por buses, taxis y bicis ha sido muy criticado por entidades ciclistas, como el BACC, porque lo ven muy peligroso.
Las obras de reforma comenzaron el 1 de marzo del 2022 y la vía se estrenó el 29 de junio de este año. El presupuesto final fue de 38,16 millones de euros. La reforma ha servido también para ensanchar las aceras por encima de los cuatro metros, ya que antes de las obras había tramos que no superaban los 2,6 metros, según el consistorio. La parte de la calle más próxima al mar incorpora dos espacios singulares, la plaza de l’Àngel y el conjunto que forman la plaza de Idrissa Diallo y la de Correus.
