En septiembre eran pocos colectivos, todos ellos vinculados a la vivienda, pero con un objetivo claro: crear una nueva Plataforma por el Derecho a la Vivienda del Poblenou. Medio año después, la plataforma ha ampliado su base y ya suma 58 entidades diferentes. A los colectivos iniciales se añaden entidades vecinales, culturales, de ocio y el eje comercial, que avanzan juntos con una clara voluntad de influir en las políticas de vivienda que se llevan a cabo en el barrio. El presidente de la Asociación de Vecinos del Poblenou, Joan Maria Soler, uno de los instigadores de la plataforma, detalla que estamos ante un proyecto «transversal» que nace con el consenso «más amplio de la historia» del barrio. En conversación con el Tot Barcelona, remarca que la agrupación llega para «presionar» y «vigilar de cerca» los proyectos urbanísticos y otras iniciativas políticas que afectan al Poblenou.
A efectos prácticos, la plataforma exige al distrito la creación de una Mesa de Vivienda, un espacio de encuentro recurrente del gobierno con la plataforma -y las sesenta entidades que la forman- para actualizar el estado de algunos proyectos; alguno clave, como el 22@, y otros que afectan la construcción de vivienda. «Esperamos que el distrito responda y acepte crear este mecanismo que nos permitiría hacer seguimiento de cómo se desarrollan los proyectos», comenta Soler.

La nueva plataforma pone otros ejemplos: recuerdan que hay diferentes cooperativas de vivienda que esperan la concesión de un solar para poder construir. Tampoco agrada cómo el Ayuntamiento ha gestionado el desalojo reciente de un grupo de personas sin hogar de una gasolinera abandonada. El vecindario movilizado avisa que están unidos para «vigilar» estas cuestiones.
Encuentro de «exiliados inmobiliarios»
La plataforma vivió el martes un punto de inflexión, con medio millar de personas llenando el Centro Moral y Cultural del Poblenou, primero, y manifestándose en la sede del distrito, después. Se leyó el manifiesto fundacional en una fiesta reivindicativa, con música en vivo y charlas. Un encuentro para «una muestra minúscula» que es solo el inicio. «Nos reuniremos de manera periódica para presionar, hay muchas cosas que se tienen que hacer», insiste Soler, que detalla lo que será una iniciativa pionera en Barcelona: «Nos planteamos reunir en un encuentro a todos los exiliados inmobiliarios, todos aquellos que han tenido que irse del barrio porque no pueden pagar el alquiler».

