Un informe elaborado por los servicios de investigación del Consejo de la Unión Europea alerta que los ciudadanos de Barcelona y Madrid destinan el 74% del sueldo a pagar el alquiler de su vivienda. Estas dos ciudades son superadas solo por Lisboa, donde los inquilinos destinan el 116% de sus salarios a pagar vivienda.
Después de Barcelona y Madrid, las ciudades que más porcentaje del sueldo destinan son Milán, con un 72%, Roma con un 65%, Dublín un 62%, Atenas el 57% y Varsovia el 56%. Por otro lado, las ciudades que destinan menos de la mitad del salario al alquiler son Luxemburgo y Frankfurt con un 34%, seguido de Helsinki con un 35%, Viena el 37% o Bruselas y Berlín que destinan un 40%.
Por otro lado, el informe también destaca que los precios del alquiler han incrementado un 72% en la última década en el estado español; mientras que la media de la UE se encuentra en un 58,3%. Encabezan las listas de los incrementos Hungría, que en la última década ha visto un aumento del 237% de los alquileres, y Lituania y Portugal donde se han encarecido un 147%.

Los jóvenes se independizan más tarde
Según los datos del informe, el estado español se sitúa también entre los cinco países de la UE donde los jóvenes se independizan más tarde, a los 30 años de media. Una cifra que solo superan Croacia, donde la media es de 31,3 años; Eslovaquia, con 30,9; Grecia, con 30,7; e Italia, con 30,1.
El informe también hace referencia a algunas de las medidas llevadas a cabo por los gobiernos de la UE para intentar frenar el aumento de los precios, entre las cuales la regulación de los alquileres, pero alerta que pueden perjudicar las zonas donde no se aplican los controles.
El documento llega un día antes de que los jefes de estado y de gobierno de la UE discutan, por primera vez en el marco de una cumbre del Consejo Europeo, la crisis de vivienda que afecta a todo el bloque comunitario. Se trata de un debate orientativo del cual no se espera que salgan medidas concretas. Sin embargo, que el problema de acceso a la vivienda haya entrado en la agenda de una reunión de jefes de estado y de gobierno de la UE, es símbolo de la magnitud de la crisis y de la urgencia de que la UE actúe.