Parte de la oposición tumbó este martes la operación urbanística que debía servir para reabrir el teatro Club Capitol de la Rambla. Barcelona en Comú, ERC y Vox votaron en contra de la aprobación inicial del proyecto del gobierno de Jaume Collboni en la comisión de Urbanismo. Con diferentes palabras, los grupos calificaron la propuesta de «pelotazo especulativo», según la concejala de Barcelona en Comú, Lucía Martín.
Para que el Club Capitol pueda levantar de nuevo la persiana, el ejecutivo socialista había puesto en marcha una Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) que suponía la recalificación de los terrenos del edificio de Telefónica, de la calle de Fontanella, 2, para usos comerciales y de oficinas. Tanto el Club Capitol como el inmueble de Telefónica son propiedad de la inmobiliaria madrileña Torcalena. A cambio, Torcalena cedía al Ayuntamiento y reformaba gratuitamente el edificio del Club Capitol. En el inmueble también está previsto que vayan oficinas del Consorcio de Bibliotecas, destacó la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, en la comisión.
Críticas de los Comuns y ERC
En su momento, el alcalde explicó que la operación suponía una plusvalía de 37 millones y que Torcalena se hacía cargo de la transformación del Club Capitol. El pasado julio, la comisión de gobierno dio el visto bueno al convenio urbanístico firmado entre el Ayuntamiento y Torcalena. Poco después, la presidenta de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento, Janet Sanz, aseguró que la operación era «un pelotazo urbanístico», ya que las ganancias para Torcalena con la recalificación serían de 18 millones de euros.

ERC ve unas ganancias para la inmobiliaria de casi 10 millones
En términos similares se manifestó en la comisión de Urbanismo Martín, para quien el gobierno regala a Torcalena nueve plantas de lujo al mismo precio que un piso de segunda mano. Desde ERC, la edil Eva Baró, recordó que Torcalena compró el Club Capitol hace solo dos años, tal como avanzó el TOT Barcelona. «No compraban un teatro, compraban la pieza para facilitar el intercambio con el edificio de Telefónica. El valor real de la operación no es el Capitol, sino Fontanella, 2». Para ERC, las ganancias de los privados se acercan a los 10 millones.
El único partido que avaló la operación fue el PP. Y Junts per Barcelona hizo una abstención «activa» y dejó la puerta abierta a presentar alegaciones, subrayó el concejal Damià Calvet.
Vox también se opuso al proyecto. El concejal Liberto Senderos remarcó que Barcelona no puede aprobar una operación de este tipo sin transparencia y concurrencia pública. «Es una bomba urbanística disfrazada de equipamiento».

