La construcción de nuevas viviendas en la capital catalana cayó más de un 10% durante el año 2024, ya que solo se inició la construcción de 1.151 viviendas -1.291, en el año 2023-, según los últimos datos del Estudio de la Oferta de Vivienda de Nueva Construcción presentado por la Asociación de Promotores de Cataluña (APCE). Ahora bien, el mismo estudio también indica que, a diferencia de Barcelona, la construcción de obra nueva ha aumentado más de un 8% en todo el territorio catalán. Para los promotores, esta diferencia radica en la reserva del 30% para vivienda protegida del Ayuntamiento barcelonés, en manos de Jaume Collboni, a quien reclaman que «se ponga las pilas» con la modificación de la regulación actual: «Estamos pendientes desde hace un año y medio. Esperamos que sea una realidad muy pronto», señaló el presidente de la APCE, Xavier Vilajoana.

Aunque el presidente de la asociación de promotores ha querido desvincularse de las «negociaciones políticas» sobre la reserva del 30%, Vilajoana sí ha apuntado que como sector privado «podemos explicar, hacer pedagogía y dar alternativas a la medida del 30%»: «Nosotros nunca hemos pedido la derogación de la normativa del 30%, pero no hemos dejado de recordar que una reserva del 30% sobre cero pisos construidos es cero», quiso dejar claro Vilajoana, quien considera que la normativa actual hace «inviable económicamente» las promociones inmobiliarias en la ciudad de Barcelona. En esta línea, la asociación de promotores apuesta por aplicar medidas como el traslado del techo del 30% a otras zonas de la capital catalana o replantear este porcentaje en el caso de la rehabilitación de edificios.

El edificio Estel, la antigua sede de Telefónica en la avenida de Roma, está en obras para acoger el nuevo hub de AstraZeneca / A.R.
El edificio Estel, la antigua sede de Telefónica en la avenida de Roma, está en obras para acoger el nuevo hub de AstraZeneca / A.R.

Los promotores desconfían del plan de vivienda de Salvador Illa

Por otro lado, los promotores también han expresado su desconfianza hacia el plan de vivienda planteado por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con la construcción de 50.000 pisos públicos en los próximos seis años: «Este anuncio debe ir vinculado a un presupuesto y yo aún no he visto ese presupuesto», señala el presidente de la asociación de promotores. «Como declaración de intenciones me parece positiva, pero falta mucha letra pequeña por ver. Más bien letra grande, ya que se trata del presupuesto asociado», continúa Vilajoana. Por último, el presidente de la asociación también ha criticado la compra de la Casa Orsola -el gran símbolo de la lucha por la vivienda de Barcelona- por parte del Ayuntamiento, ya que considera que la cantidad invertida podría servir para «construir mucha vivienda de protección oficial»: «Se trata de hacer solo una simple operación matemática y se llega a la conclusión de si se trata de una compra pertinente o no», apunta Vilajoana.

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