Un grupo de activistas ha ocupado esta mañana la sede del PSC de Barcelona en la calle Consell de Cent para exigir que se detenga el desalojo forzoso de la Antiga Massana. Los manifestantes han reclamado al alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, que se siente a negociar una salida pactada para el edificio ocupado. Un centenar de personas, según los organizadores, han participado en la protesta. Una de las portavoces ha criticado al PSC por estar siempre “al lado de la propiedad privada y los empresarios, y en contra de una mayoría social”.
El Ayuntamiento de Barcelona intentó el desalojo voluntario del espacio, ubicado en el Raval, a mediados de octubre, pero los ocupantes rechazaron la petición. Tras solicitar una orden judicial para ejecutar el desalojo, el siguiente paso será enviar a los antidisturbios de la Guardia Urbana para que lo hagan efectivo. Hace unas semanas, Collboni aseguró que la Antiga Massana es patrimonio público y que harán cumplir la ley.
Protesta multitudinaria en el Raval en defensa del espacio
El mismo día del primer intento de desalojo, un millar de personas se manifestaron en defensa del espacio ocupado, que desde 2020 actúa como punto de relación social y acoge a diversas entidades arraigadas en el barrio. La Antiga Massana ha explicado en un comunicado que después de la protesta de octubre solicitó una reunión con el Ayuntamiento, pero que la única respuesta que obtuvieron fue una carta de alcaldía advirtiendo que “continuaban con el procedimiento”.
Las personas que aún viven en el inmueble y los colectivos del Raval que lo utilizan como espacio de encuentro reclaman al Ayuntamiento que destine la Antiga Massana a usos comunitarios. Según los miembros del espacio, la orden de desalojo que ha solicitado el gobierno municipal del PSC “incumple” un acuerdo suscrito con el anterior ejecutivo, con los Comunes al frente, para pactar una concesión de la finca.
