El drama de la vivienda ha dividido el Pleno de Barcelona el último día de Ada Colau. La actividad no se detiene, aunque la expectación que genera la despedida de la líder de los Comunes hace que todos estén pendientes de su discurso. Sea como sea, el Pleno ha aprobado este viernes una comisión de estudio sobre la problemática de la vivienda y la ejecución de un «plan de choque» para mejorar el acceso residencial de los jóvenes. Dos propuestas, la primera de los Comunes, la segunda de Junts, que salen adelante a pesar de que se ha constatado que no hay un plan conjunto para afrontar la problemática. La mayoría de grupos han recordado el pasado activista de Colau y cómo queda la cuestión residencial nueve años después de su llegada. Y los Comunes, también ERC, han señalado a Junts y PSC por ir en contra de algunas propuestas reguladoras recientes.
Lo primero que se ha debatido es el plan de choque para jóvenes. El concejal de Junts Damià Calvet ha recordado la promesa electoral del PSC de bonificar con 500 euros el alquiler de los jóvenes. Una propuesta rechazada por los Comunes, que vinculan al modelo de vivienda que propone –sin el acuerdo de sus socios– el presidente español Pedro Sánchez. «Hacer un Bizum directo a los propietarios o rentistas no es ninguna solución», ha insistido el todavía portavoz de BComú, Janez Sanz, que también ha recordado la negativa de Junts a regular el alquiler de temporada. En esta misma línea se ha dirigido a los miembros de Junts la republicana Eva Baró, que aunque apuntando dialécticamente a los Comunes ha coincidido en el fondo de la cuestión. «Pensábamos que debía ser la gran medida de vivienda y llena de respuestas de Junts, pero nos parece una iniciativa vacía de propuestas y huérfana de ideas», ha dicho.

En su turno, Damià Calvet, concejal de Junts, ha cargado duramente contra Colau. «Dijeron que era una cuestión de voluntad política. La Ada Colau activista habría venido con pancartas a pedir la dimisión de Ada Colau alcaldesa porque la situación hoy es peor que nunca», ha apuntado Calvet. «Venían a salvar Barcelona de la crisis de la vivienda y ahora se despide pidiendo comisiones de los problemas que ustedes han agravado», ha incidido. ERC también ha criticado el paso de Colau por el Ayuntamiento, calificando la propuesta de los Comunes de «cómica» y «surrealista». «Prometieron que se erradicarían los desahucios en la ciudad de Barcelona, con propuestas temerarias y con el riesgo de crear expectativas difíciles de cumplir con intereses partidistas», ha subrayado Baró.
Mientras tanto, el PP ha calificado de «populistas» las iniciativas que se han presentado en el Pleno. Juan Milián ha recordado que aún no se saben detalles del plan anunciado por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para crear 50.000 viviendas, y ha calificado el bono joven de 500 euros de «inviable». «Barcelona tiene un déficit de protección oficial. Es necesario incentivar a los promotores para que puedan ofrecer alquileres asequibles», remarcan los populares.
El Ayuntamiento reivindica las «soluciones compartidas»
«No hay una solución única», ha respondido a los grupos la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet. El gobierno, que no ha entrado en la polémica, ha optado por un discurso diplomático. «Tampoco hay una sola administración que pueda enfrentarlo sola», dice Bonet, que ha exculpado al gobierno municipal de la problemática. «Ojalá solo fuera este el tema. No hacemos ningún favor señalándonos unos a otros. Todas las fuerzas aquí representadas hemos tenido responsabilidades», ha insistido.

