Optimismo en el sector barcelonés de los pisos turísticos respecto a las intenciones municipales de erradicar esta práctica en la ciudad. La Asociación de apartamentos turísticos de Barcelona (Apartur) considera del todo improbable que el ejecutivo siga adelante con la eliminación de los 10.000 pisos con licencia de esta tipología en la capital catalana para el 2028 y reivindican el municipio como un ejemplo de buena regulación de esta actividad.
En declaraciones a la ACN, la directora general de la patronal, Marian Muro, se muestra «segura» de que el Ayuntamiento «no cometerá el error» de continuar por este camino y asegura que si la ciudad quiere ser «internacional», «abierta» y atraer inversiones y «consolidarse como ‘hub’ tecnológico en Europa» debe poder seguir disponiendo de esta oferta. Muro cuestiona que la administración pueda retirar una «licencia sin caducidad» y lamenta que se quiera señalar al sector del alquiler de pisos turísticos ante la falta de oferta de vivienda. «Precisamente, Barcelona es el ejemplo en el mundo de la regulación de las viviendas turísticas«, subraya.
«¿Por qué no suprimimos las licencias de taxis para evitar la contaminación y vamos todos caminando? ¿O por qué no suprimimos todas las licencias de comercio y restauración para hacer viviendas? Por lo tanto, no tiene ningún sentido», reflexiona la directora general de Apartur, que defiende la contribución que ha hecho el turismo al paliar la falta de oferta, señalando el acuerdo para que el 25% de la recaudación de la tasa turística se destine a políticas de vivienda.
«Totalmente legales» y necesarios para los grandes eventos
Desde la patronal de apartamentos turísticos remarcan que los 10.000 alojamientos que actualmente cuentan con licencia son «totalmente legales» y que solo representan el 1% del total. Además, recuerda que esta actividad tiene impacto sobre 40.000 puestos de trabajo y es responsable de un 1,8% del PIB. «Si se aplica la medida, Barcelona ya puede olvidarse del Mobile, del ISE y de postularse para determinados eventos porque no tendrá ninguna capacidad de alojamiento», advierte Muro, que prevé para esta Semana Santa un número de reservas «igual o mejor que otros años» a pesar del terremoto causado por la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos.




