El mercado de alquiler de Barcelona continúa tensionándose en un contexto difícil de escasez de viviendas. Aparte de la demanda interna, también se ha visto un incremento en el número de extranjeros que alquilan un piso en Barcelona. Según un estudio de la inmobiliaria Amat Immobiliaris, los contratos de alquiler a extranjeros ya representan el 59% de las firmas de los nuevos arrendamientos en la capital catalana en 2024.
Según el balance de actividad anual presentado por la inmobiliaria, un 44% de estos extranjeros son europeos y un 39% americanos.
El estudio también muestra una disminución del 1,8% en los precios de alquiler, impulsada por la entrada en vigor de la contención de rentas. La caída anual podría haber sido superior si no fuera porque en los tres primeros meses del año se detectó un crecimiento “artificial” por encima de la media por la voluntad de los inquilinos de “ir lo más arriba posible antes de la regulación”, apunta el balance de Amat.
Incremento de ciudadanos extranjeros también en la compra
Aun así, a lo largo del año los contratos de alquiler bajaron un 18%, y ya acumulan un descenso del 43% en dos años. Aunque se han firmado menos contratos, el director general de la compañía, Guifré Homedes, afirma que las rentas absolutas del mercado de arrendamiento han sido superiores a las de 2023 porque las viviendas que se han alquilado han sido más grandes proporcionalmente. En este sentido, se han duplicado los contratos del rango alto de arrendamientos, por encima de los 2.500 euros al mes. Ligado a la falta de oferta, la duración media de los contratos de alquiler ha vuelto a subir hasta los 3,92 años.

Por otro lado, el balance de pisos nuevos que entran al mercado de alquiler continúa siendo negativo porque disminuyen los inversores que apuestan por poner viviendas en el mercado de alquiler de larga duración. Al contrario, una vez los pisos quedan vacíos, la tendencia pasa por vender las viviendas o retirarlas del mercado para que las use un familiar directo.
Desde la inmobiliaria también se apunta que la mayoría de pisos se han vendido a personas con Golden Visas, ya que el anuncio del gobierno español de suprimirlas ha provocado un “efecto llamada” acelerando la compra de extranjeros.
Aun así, la demanda para alquilar un piso no ha decaído. La demanda es tan alta que la inmobiliaria solo publica en el portal el 26% de la oferta -que es la de más alto nivel- y el resto la comercializa internamente.


