Una promoción de pisos del Institut Municipal d’Habitatge de Barcelona (IMHAB) en la calle Palamós, en el barrio de Trinitat Nova, sigue sin arrancar dos años después de la primera entrega de llaves. Según ha podido saber Tot Barcelona, un tercio del edificio sigue vacío. De las 67 viviendas que se sortearon en 2022 como una cesión de uso, hay 24 que aún son propiedad municipal y cuatro han sido tapiadas para evitar ocupaciones. “Todo apunta a que la situación se alargará”, explica a este diario Dani Agudo, presidente de la comunidad. “Estamos entre extrañados y hartos. No entendemos, en la situación en la que estamos, cómo puede haber tantos problemas para adjudicar pisos”, añade. La comunidad quiere desvincularse del IMHAB para poder “autogestionarnos”, pero teme que eso no sucederá hasta que “esté todo el bloque lleno”.
Los vecinos saben, por mediación de la empresa que administra el edificio, Assesoria Rubio, con quien también ha podido hablar este diario, que el IMHAB ha contratado un servicio de vigilancia “que se mantendrá activo mientras haya viviendas vacantes”. Dani Agudo explica que a inicios de 2024 “hubo un intento de ocupación” que solo duró un fin de semana y que la semana pasada tuvieron “otro susto” porque un grupo de técnicos volvió a tapiar pisos del edificio. El administrador, tras contactar con el Ayuntamiento, aclara que “las puertas antiocupas de cuatro viviendas ya estaban instaladas y que simplemente se ha procedido a sustituirlas tras un cambio de la empresa adjudicataria”. Fuentes municipales añaden a este diario que hay “alarmas habituales y personal de seguridad”.
Nuevo proceso de adjudicaciones en marcha
En todo caso, el Ayuntamiento todavía no les dice cuándo se harán las próximas escrituras –el proceso ante notario que transfiere la propiedad de las viviendas– y los vecinos temen que el IMHAB acabe cambiando las condiciones de compra si no logra llenar el edificio. Desde el ejecutivo concretan a Tot Barcelona que los pisos se han ido adjudicando “hasta agotar la totalidad de las listas de reserva” y que, llegados a este punto, la normativa “prevé que se debe iniciar un proceso de adjudicación directa por el IMHAB”. En estos momentos, insisten desde el consistorio, se están elaborando las bases del nuevo procedimiento para «volver a abrir un período de presentación de solicitudes» entre las personas inscritas en el Registro de Solicitantes de Vivienda Protegida de Barcelona.
“El gerente del distrito ha insinuado [en el último consejo de barrio] que habrá un replanteamiento de las adjudicaciones”, explica Agudo, que pide mantener las mismas condiciones con las que firmaron los primeros adjudicatarios. “Todos los pisos deben comercializarse con las mismas condiciones. Nosotros los hemos comprado, nos hemos hipotecado y pagamos el IBI; si ahora una parte de los pisos se destinan a alquiler, eso sería discriminatorio hacia nosotros”, sentencia el presidente.
Según figura en las bases de adjudicación, estos pisos tienen un precio de 2.150 euros el metro cuadrado, lo que dibuja una compra que oscila entre los 160.000 y los 200.000 euros, aproximadamente, dependiendo de los metros de cada vivienda. De las 67 viviendas del edificio, 28 tienen tres dormitorios y 39 tienen solo dos. Un 30% de la promoción estaba inicialmente reservada a menores de 35 años y otro 25%, a vecinos de los barrios colindantes. “Creemos que hay gente que no ha logrado reunir el dinero, pero también hay muchos prejuicios con el barrio y la gente duda si quedarse el piso si no lo podrá dejar en herencia”, especula Agudo.
Problemas con la instalación del aire y sin aparcamiento
Las primeras llaves se entregaron en noviembre de 2023. Dos años después, los vecinos de la comunidad remarcan que la compra es, en líneas generales, satisfactoria, pero señalan las grietas del promotor municipal, que no está acostumbrado a gestionar un número de pisos tan elevado como en los últimos años. “El Ayuntamiento no ha explicado bien qué es esto de la cesión de uso y mucha gente que se apuntó a la lista a la hora de la verdad no le ha interesado”, explica Nerea, una de las vecinas que atiende a Tot Barcelona durante la visita al edificio.
Otros vecinos cuestionan que el IMHAB les dijo que “habría preinstalación para poner aire acondicionado, pero que solo hay el agujero” y que las placas solares “no funcionan”. “Nos dicen que si no hay ocupación suficiente del edificio no vale la pena”, lamenta Everson, otro propietario del edificio. “No es que todo sea un desastre, pero hay cosas en las que no han sido claros y, si en lugar del IMHAB fuera una constructora, seguramente ya habría recibido una demanda”, concluye Nerea.
El otro aspecto sobre la mesa es el aparcamiento que hay en el edificio, que es propiedad del Ayuntamiento y aún no está activo. Según los vecinos, el consistorio no ha conseguido la licencia de actividad y no hay una previsión de cuándo podrían comenzar a comercializarse las plazas. Desde la comunidad matizan que el aparcamiento no entraba con el piso, pero aseguran que cuando adquirieron la cesión de uso se les vendió que tendrían un “uso preferencial” a la hora de conseguir una plaza. “Hace dos años que esperamos, pero lo único que nos dice el distrito es que tienen muchos problemas”, resume Agudo.
El Ayuntamiento explica que los tiempos de adjudicación de los pisos y del aparcamiento “han sido diferentes” y que se han “priorizado” las viviendas. Actualmente, “se están gestionando las licencias” y se ofrecerán con la “máxima celeridad” a los propietarios de las viviendas de la promoción primero, y, en una segunda convocatoria, a los vecinos del entorno.
