El Poble-sec se ha despertado este viernes con una banda sonora diferente. Desde las nueve de la mañana, decenas de personas se han concentrado en las puertas del número 123 de la calle Nou de la Rambla, donde está ubicado uno de los últimos símbolos de la lucha por la vivienda de este barrio barcelonés. En la primera planta de esta finca se encuentra la Medusa, un piso de un gran tenedor ocupado desde hace más de cinco años y que ha acogido durante su trayectoria desde jóvenes sin recursos hasta personas en situación de emergencia habitacional. El desalojo de las cuatro personas que allí residen estaba previsto para este mismo viernes, pero una movilización que ha llegado casi a alcanzar el centenar de personas lo ha impedido.
A pesar de que la comitiva judicial y los Mossos d’Esquadra han hecho acto de presencia pocos minutos antes de las once de la mañana, la falta de efectivos disponibles de la policía catalana ha hecho que se optara por posponer el lanzamiento hasta el próximo jueves 22 de mayo. En todo caso, la propiedad se ha negado a negociar ningún tipo de alquiler social para los inquilinos de la vivienda, que en diversas ocasiones a lo largo de estos cinco años se han ofrecido a pagar hasta 725 euros mensuales para poder quedarse a vivir en el piso. Se da la circunstancia de que este es el último de los pisos para jóvenes que el Sindicat de Barri del Poble-sec ocupó que aún resiste.
ATURAT‼️
— Sindicat de Barri del Poble Sec (@sindicatdebarri) May 16, 2025
GRÀCIES AL SUPORT DE TOTES LES QUE HEU VINGUT ❤️🔥 HEM ACONSEGUIT QUE LA COMITIVA I LA PROPIETAT CEDEIXIN.
Però han jugat brut i només ens deixen una setmana més.
Aquí ens trobaran‼️
La Medusa es queda al #PobleSec 🪼 pic.twitter.com/pfr5hjU0F9
Reválida la semana que viene
La concentración ha cortado durante varias horas la calle Nou de la Rambla, entre las calles de Piquer y Vilà i Vilà, bajo un ambiente festivo a la vez que reivindicativo. Ha habido pequeñas actuaciones como las del artista barcelonés Adala o el grupo Samso Batucada, que han amenizado los minutos de espera hasta la llegada de la comitiva judicial. Después de conseguir el objetivo inicial de aplazar el desalojo, desde el Sindicat de Barri del Poble-sec ya han hecho un llamado a la ciudadanía para que vuelva a movilizarse la semana que viene para volver a detener el lanzamiento y forzar a la propiedad a negociar un alquiler social.
