La Guardia Urbana ha iniciado este miércoles el desalojo de tres núcleos de asentamientos situados bajo el puente de Calatrava, al lado de las obras de la Sagrera, al día siguiente de que un incendio calcinara seis barracas y dejara dos heridos. La zona de barracas está ubicada en la esquina de Bac de Roda con Huelva, justo en la frontera entre los barrios de la Sagrera (Sant Andreu) y Sant Martí de Provençals (Sant Martí). La policía barcelonesa sigue el mismo protocolo que en otros desalojos anteriores, como el del asentamiento de Vallcarca, y justifica el riesgo para la seguridad de los ocupantes para desmantelar los campamentos.
El dispositivo, liderado por la Guardia Urbana, incluye el apoyo de agentes de los Mossos d’Esquadra, unidades de los Bomberos de Barcelona, personal del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB) y operarios de los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona. Según fuentes del Sindicato de Vivienda de Sant Andreu, hasta este martes una cincuentena de personas vivían en los tres núcleos de asentamientos desalojados. Fuentes municipales explican que la actuación se ha puesto en marcha después de que un informe de los bomberos concluyera que existe un riesgo “muy grave” para los habitantes del asentamiento y que exigía actuar con “urgencia”.


Un incendio enciende las alarmas
Dos personas resultaron heridas el martes en el incendio de una de las zonas de barracas desalojadas esta mañana. Uno de los heridos tiene varias quemaduras y se encuentra ingresado en estado menos grave en el Hospital Vall d’Hebron, mientras que el otro sufrió un corte en el dedo y fue dado de alta allí mismo. El fuego quemó seis barracas, según el Ayuntamiento. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer los hechos y enviaron agentes de la policía científica para recoger muestras y pruebas. Los bomberos enviaron una decena de dotaciones para sofocar el incendio.
La teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Raquel Gil, explicó que el consistorio no tenía constancia de que hubiera menores en la zona afectada por el fuego, aunque sí viven en otras partes del asentamiento. Gil aseguró que servicios sociales están haciendo seguimiento de la situación de estos menores y sus familias para “buscar las mejores soluciones para salir de esta situación”. Los servicios de emergencia recibieron un aviso hacia las 7.00 del martes. Los profesionales del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) atendieron a ocho personas, siete hombres y una mujer, y realizaron acompañamiento a centro médico, orientaciones y derivaciones a las personas atendidas.
Según el Ayuntamiento, actualmente en Barcelona hay 64 asentamientos, en los que viven unas 300 personas. A estos se suman unas 1.600 personas sin hogar que pernoctan en la ciudad. Gil aseguró que el consistorio aporta los “máximos recursos posibles”, pero advirtió que “el fenómeno sobrepasa la capacidad de cualquier ciudad” y pidió ayuda a la Diputación de Barcelona y a la Generalitat para “dar respuestas más adecuadas”.


