El Ayuntamiento de Barcelona ha dado el primer paso para adquirir la finca donde hace vida la asociación La Miranda y así mantener su actividad en el barrio de la Salud, en el distrito de Gracia. El consistorio usará parte de los ingresos que genera el Park Güell para salvar este equipamiento cultural en riesgo de cerrar por la caída de la actividad después de la pandemia. La Comisión de Gobierno ha tirado adelante esta semana la aprobación inicial del plan especial urbanístico que permitirá comprar el inmueble que acoge La Miranda, situado en el número 74 de la avenida del Coll del Portell, y convertirlo en un equipamiento público.

Según explica el consistorio en un comunicado, la adquisición “forma parte de las actuaciones para fomentar la cultura previstas en el Plan estratégico del Park Güell 2023-2026, de forma que la expropiación se financiará con el retorno de la gestión del Park”. El solar donde está ubicada La Mirana es una parcela de 455 metros cuadrados calificada de sistema de equipamientos comunitarios y dotacionales. El plan especial urbanístico aprobado por el Ayuntamiento servirá para definir los usos culturales del equipamiento, establece su titularidad pública y justifica el interés público de la expropiación como paso previo para poderlo adquirir.

La escalinata principal del Park Güell / Jordi Play
La escalinata principal del Park Güell / Jordi Play

Compra del suelo y cesión del equipamiento

Una vez comprada la finca, el distrito de Gracia cederá la gestión del equipamiento a la asociación para que pueda mantener la actividad que ha llevado a cabo las dos últimas décadas y la ha convertido en un referente del barrio. La Miranda es una asociación cultural y comunitaria que funciona desde el año 2002 gracias a la dedicación de los vecinos y socios que la integran. “Es un espacio abierto e inclusivo, donde circulan ideas antirracistas, solidarias, ecologistas y feministas”, según explican ellos mismos. Pero están de alquiler en esta finca. Y después de la pandemia, han sufrido una bajada de ingresos que pose en riesgo su supervivencia, y por eso el Ayuntamiento planea adquirir la finca.

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