«Debido a la sequía extrema, los trabajos de plantación de vegetación no se han podido ejecutar dentro del plazo de obra». El Ayuntamiento de Barcelona presentó la nueva plaza del Canódromo –que transformó el desierto infernal que había en la zona en mayo del año pasado– sin poder completarla por la sequía. El cambio era notable, pero aún faltaba plantar más árboles para deshacer la imagen de desierto extremadamente pesada.
Con el episodio más extremo de la sequía atrás, el Ayuntamiento ha comenzado a plantar «más de un centenar de árboles» en la plaza del Canódromo. Los primeros árboles llegaron la segunda semana de noviembre y la idea es que, dentro de un año, el claro luzca similar a la canopia de las Glòries.

Por ahora, el Ayuntamiento ha plantado los árboles «más grandes» que tenía guardados y reservados para la plaza. La gerente del distrito de Sant Andreu, Maria Gas, admitía la semana pasada, en una sesión informativa con vecinos, que aún hay que «pulir» la zona, pero los animaba a pensar a medio-largo plazo. «Lucirá más dentro de un año y todos estaremos orgullosos», apuntaba.
De los 8.425 metros cuadrados en los que ha actuado la obra, la superficie ajardinada ocupa 2.245,5. Se incrementa y mejora el arbolado con praderas y plantas aromáticas que generan más superficie de sombra, una de las grandes demandas vecinales, que hasta ahora veían cómo se les había adaptado la zona, también con diferentes zonas infantiles y deportivas, sin resguardo del sol. La obra mantiene el edificio del canódromo como eje central de la zona y conserva la histórica pista con un circuito de tres metros de ancho.

Más de 7.000 árboles en Barcelona
Los árboles no solo llegan al Canódromo. El Ayuntamiento tiene previsto plantar unos 7.500 árboles en toda la ciudad hasta 2026. Serán árboles, dicen en Sant Jaume, más resistentes a la sequía y a los cambios de temperatura. Es un aprendizaje de los últimos años, que la ciudad ha visto cómo diferentes árboles, sobre todo palmeras, se deshidrataban y caían al suelo.
Barcelona ha elegido plantar especies subtropicales y del norte de Europa, según ha avanzado la responsable de Arbolado de Parques y Jardines, Elisenda Lurbes, en una entrevista a betevé. Sustituirán las palmeras y los plátanos, símbolo de Barcelona en los últimos años, que, a pesar de su resiliencia y capacidad de cicatrización, es un dolor de cabeza para las personas con alergias. En estos momentos, las especies subtropicales representan entre el 40% y el 50% de todo el arbolado barcelonés y son la opción preferida en Barcelona para sustituir la vegetación actual.