Las rutas de borrachera estarán prohibidas en todo Barcelona a partir de este miércoles. Mañana entra en vigor la restricción, después de que este martes se haya aprobado de forma definitiva un decreto que prevé denunciar a los organizadores de las popularmente conocidas ‘pub crawling’ con el objetivo de garantizar la convivencia, proteger el descanso de los vecinos y la salud de los participantes. Cabe recordar que hasta ahora esta restricción se limitaba a los distritos de Ciutat Vella -desde 2012- y el de l’Eixample -desde el pasado 1 de junio- y solo en horario nocturno. Con el nuevo reglamento vigente, la medida afecta a toda la capital catalana las 24 horas del día.
Según indica el texto respaldado, estará prohibido organizar, vender o realizar circuitos o itinerarios por diversos establecimientos de pública concurrencia o locales de ocio de la ciudad, con la finalidad principal de que las personas que participen consuman bebidas alcohólicas de forma continuada, y también trasladar o retornar a estas personas. También se prohíbe la difusión publicitaria por cualquier medio de las actividades relacionadas.
Desde el Ayuntamiento se ha detectado que esta actividad se produce a lo largo del año, y podría celebrarse a cualquier hora del día. Por eso, se ha optado porque el nuevo decreto establezca que la prohibición no sea estacional, sino permanente, y las 24 horas. El nuevo reglamento se incluirá en la nueva Ordenanza de Convivencia que se aprobó inicialmente este mes de julio.
Origen, traslado y reducción
El fenómeno de las rutas de alcohol en nuestra ciudad se inició en Ciutat Vella, favorecido por la alta presencia de turistas, por la concentración de bares y locales dispuestos a integrarse en rutas de este tipo, y por las alternativas de ocio posteriores para los participantes. Ante la prohibición en Ciutat Vella, la actividad se trasladó en parte al distrito de l’Eixample. Según los últimos datos aportados por la Guardia Urbana, la prohibición de las rutas de alcohol ha contribuido a reducir significativamente el número de rutas detectadas y ha ayudado a prevenirlas, gracias a la detección previa por la oferta a través de redes sociales.
