Las entidades vecinales de Sant Andreu y de Nou Barris y la Plataforma por el Transporte Público han exigido al Ayuntamiento de Barcelona que adelante la redacción del anteproyecto del futuro tramo de la Meridiana, que debe unir Fabra i Puig con el Puente de Sarajevo. El ejecutivo tiene previsto licitarlo este verano y plantea la redacción del anteproyecto para los primeros meses de 2026. Miembros de la comisión de movilidad de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que integra representantes de los barrios implicados, sostienen que el Ayuntamiento «ha respondido bien» a sus demandas, pero insisten en la necesidad de enlazar la llegada de las obras a Fabra i Puig con la siguiente fase.
En un comunicado, las organizaciones exigen una reconsideración de los plazos para que la redacción del anteproyecto sea «inmediata». El portavoz de la comisión vecinal, Àlex Labad, recuerda que la reforma hasta Fabra i Puig terminará «unos meses antes de las elecciones» y cuestiona que el siguiente tramo comience «con la nueva legislatura». El vecindario sospecha que el Ayuntamiento podría hacer coincidir el futuro de cada tramo con nuevas elecciones, una opción que los mantiene alerta. «Queremos que se haga lo más rápido posible. Si esperamos que pasen las elecciones, creemos que todo se alargará», argumenta Abad en conversación con este diario.

En una reunión vecinal de finales de año, los responsables del proyecto apuntaban que el calendario dependería, en parte, del presupuesto municipal. En el planteamiento inicial de las cuentas de 2025 –que la oposición tumbó– el gobierno municipal se reservaba 24,2 millones para la reforma de la avenida. A pesar de caer, el teniente de economía Jordi Valls aseguró que todo el contenido de las cuentas seguiría adelante.
Reforma integral
El vecindario celebra que el Ayuntamiento esté estudiando cómo eliminar el muro de grandes dimensiones que separa el barrio de Sant Andreu de la Meridiana. Los estudios previos del equipo de arquitectura de Barcelona plantean una Meridiana a dos alturas, con un pequeño cambio entre los carriles de entrada y de salida que salva el desnivel que hay a la altura de Sant Andreu y Nou Barris. Los vecinos también exigen que se reduzcan los viales para vehículos privados «en más de un 50%».
Desde la FAVB mencionan que se está trabajando en «dar respuesta» a los puntos más necesarios del anteproyecto. No solo mencionan el muro o la reducción de carriles, sino también la necesidad de enmendar «problemas históricos» de los barrios afectados: construir equipamientos, vivienda protegida y zonas verdes. «Hay que aprovechar para hacer un espacio de transversalidad entre Nou Barris y Sant Andreu», comenta Labad.

El otro aspecto que centra el estudio vecinal es la «inversión en transporte público». El comunicado recuerda que un millar de personas exigieron la conexión de las dos Trinitats con la línea L3 del metro, una «señal clara» de que la ciudadanía de los distritos de Sant Andreu y de Nou Barris «necesita una mejora sustancial en la conectividad del metro y en el sistema de transporte público en superficie».
Labad habla del metro y también de autobuses urbanos e interurbanos. El referente vecinal recuerda que los proyectos sobre movilidad en la zona solo contemplan la unión de la L3 y que el vecindario aún la espera mientras ve cómo el Ayuntamiento proyecta la ampliación de la L2 hasta Montjuïc. «Estamos hartos de que las obras no lleguen a nuestros barrios», espeta.



